La vida del vecino de San Vicente Ricardo “Ricky” Capitanio está marcada por la de Ricardo Enrique Bochini, el máximo ídolo de la historia de Independiente, y a quien considera su héroe personal. En primer lugar, le debe su nombre, por decisión su papá, Quique, fanático del Rojo. Y también “el Bocha” fue el impulso para que, 25 años atrás, acepte someterse a una delicada operación quirúrgica, luego de otras diez que ya había tenido, producto de la hidrocefalia que padece de nacimiento y que, entre otras complicaciones de salud, le generó un leve retraso madurativo.
La conmovedora historia de un vecino de San Vicente con Bochini: "Me salvó la vida"
“Ricky” Capitanio es un querido vecino de San Vicente que este domingo pudo encontrarse con su ídolo, Ricardo Bochini. Su historia.
Este domingo, los caminos de Ricky y el Bocha se volvieron a cruzar. Fue en San Vicente, en el marco de un encuentro de hinchas de Independiente con glorias del club entre las que también estuvieron Daniel Bertoni, Ricardo Pavoni y Raúl Savoy, y se realizó en la Sociedad de Fomento San Martín.
Allí, Ricky y su papá Quique –embanderados con su ropa del Rojo- pudieron decirle al Bocha todo lo que significó en sus vidas. Y justo ahora que la salud de Ricky, que tiene 43 años, también pasa por un momento delicado.
“Él nació con hidrocefalia congénita y pasó por 11 operaciones en la cabeza. La operación número 11 la teníamos que hacer cuando él tenía 18 años. Él ya era mayor de edad y tenía que dar el consentimiento para la operación. Y no quería saber nada por el sufrimiento y los dolores que iba a tener. Era una cosa que no y no y no. Entonces tuvimos una charla de hombre a hombre y él aceptó la operación, pero me pidió sacarse una foto con Bochini. Obviamente acepté, nos dimos un abrazo, se hizo la operación y salió como un campeón”, relató Quique ante El Diario Sur.
Luego de la intervención quirúrgica pasó más de un año hasta que consiguieron encontrarse con el Bocha. “Fue en el club Villegas de Banfield, donde se hacía un partido con ex jugadores. Lo llevé a Ricky sin decirle nada que iba a estar Bochini. Cuando lo vio se quedó duro y empezó a llorar. Estábamos con su hermana y lloramos tanto que al principio no nos pudimos hacer la foto, hasta que después del partido al final sí”, recordó Quique, de 72 años.
El reencuentro en San Vicente
Este domingo, 25 años después de aquel momento mágico, padre e hijo le llevaron a su ídolo el portarretratos con aquella foto y le contaron lo importante que fue en sus vidas. Bochini quedó tan conmovido que, luego del encuentro, los invitó a su casa en el country Fincas de San Vicente. Allí les hizo una visita por su museo personal –que tiene muchos recuerdos de Diego Armando Maradona- y les regaló una camiseta firmada.
“No lo podía creer, parece que estaba soñando, me tenía que pellizcar”, contó Ricky ante El Diario Sur. “Le conté al maestro que él me hizo vivir por segunda vez, que me salvó la vida. Y a él le gustó. Después le conté a todo el mundo. Estoy muy contento”, agregó el vecino, que es muy conocido en San Vicente por su trabajo como repartidor de volantes y es muy querido por la gente por sus formas respetuosas y su responsabilidad. De hecho, fue gracias a uno de los amigos que hizo en su trabajo en la calle que tuvo la posibilidad de ir al asado con los ídolos del Rojo.
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Este abrazo con Bochini no puede haber llegado en un mejor momento para los Capitanio, dado que hace varios meses que Ricky atraviesa episodios de epilepsia refractaria y tendrá que someterse a una nueva operación. “La verdad que estábamos deprimidos, aunque él es quien nos alegra y nos levanta a mi esposa y a mí. Pero el Ricky que tenía hasta el sábado a la tarde se estaba deprimiendo. Y desde el momento que nos invitaron a ir a este encuentro nos cambió el humor totalmente. El Ricky que volvió es otro. Esta inyección de ánimo nos llega cuando más la necesitamos”, describió Quique.