Una investigación sobre la historia de San Vicente fue seleccionada para la final del concurso académico “Tesis en 3 minutos” organizado por la Universidad Católica Argentina. La autora y antropóloga Miriam Vomaro sostuvo: “Es una pequeña contribución mía a la historia del distrito”, en conversación con el Diario Sur.
Una tesis sobre la historia local representará a San Vicente en un certamen académico
La investigación reconstruye la historia alimentaria de San Vicente entre los siglos XIX y XXI y fue seleccionada para la final del concurso académico.
La investigación comenzó con el análisis de restos de animales hallados en excavaciones en el “pueblo viejo" de San Vicente, en la zona de la laguna, lo que permitió indagar qué especies llegaban a las mesas de la población. A ese trabajo se sumó el acceso a documentos del archivo municipal del siglo XIX, con información sobre producción, comercios y formas de organización de la alimentación, como la provisión de alimentos a presos o policías.
Los trabajos de excavación se realizaron en el año 2000 y se ubicaron en la zona del cementerio del pueblo viejo, al norte de la laguna de San Vicente. El primer sondeo se ubicó a 51,6 metros de la pared del cementerio y a 13,5 metros de la calle Vergara, mientras que el segundo sondeo se situó a 14 metros de la pared noroeste del cementerio y 50 metros de la misma calle. De ambas perforaciones obtuvieron materiales arqueo-faunísticos que utilizó la antropóloga para llevar a cabo su tesis, además de restos de vidrio, papel, plástico, ladrillo, carbón y clavos.
La antropóloga se siente “en deuda” con el distrito porque siempre fue recibida “con las puertas abiertas y buena predisposición para colaborar” con su trabajo. Tiene 36 años, es oriunda de La Matanza y estudió en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente, es profesora en el Instituto de Educación Superior N°2 Mariano Acosta, de Almagro, y lleva a cabo el estudio sobre los sistemas alimentarios en San Vicente, a través de los intercambios de alimentos de origen animal en dos períodos históricos: 1860-1930 y 1990-2020, por el cual obtuvo una beca doctoral, cofinanciada por la UCA y el CONICET.
El concurso de la UCA
La competencia tiene el objetivo de lograr una mejor difusión de las investigaciones entre las personas que se encuentran fuera del ámbito académico. Miriam explica que el desafío para los investigadores es enriquecer sus habilidades de comunicación académica, en lo personal opina que es “muy importante” porque considera que no trabaja “solo para las instituciones que la financian, sino también para la gente de San Vicente que necesita saber qué sucedió en su pasado”.
El primer puesto será elegido por un jurado especializado, el segundo y tercero se elegirán por votación del público, tanto de manera presencial como online. La votación se realizará en vivo el 17 de octubre.
“Es fundamental poder mantener este diálogo con más frecuencia para entender qué necesita la población y, a partir de ahí, empezar a actuar”, sostiene Miriam. Por eso, con el equipo que trabaja en San Vicente hicieron un Instagram @Arqueosvicente. Para intentar que las percepciones del problema académico puedan articularse con las necesidades locales.
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