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San Vicente tiene nuevo cura: Federico Piserchia asumió en una misa multitudinaria

Fue una emotiva despedida para el padre Francisco Rocchio y una cálida bienvenida a su sucesor. Estuvo el obispo Lugones.

La parroquia San Vicente Ferrer estuvo llena como pocas veces en los últimos tiempos. Muchos de los fieles no podían disimular lágrimas de emoción. Es que la de ayer no fue una misa de domingo más. El presbítero Federico Piserchia se hizo cargo de la Iglesia local y reemplazó en el cargo a Francisco Rocchio, que estuvo al frente de la comunidad por 26 años.

El obispo de la Diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones, presente en la misa, fue quien señaló la particularidad que une a los dos curas: un 25 de diciembre de 1983, en la Parroquia Asunción de María de Temperley, Francisco bautizó a Federico. 35 años después la historia sería otra.

"Es muy emotivo ver cómo Dios hace las cosas cuidadosamente, de un modo que no se explica", le dijo Piserchia a El Diario Sur. En línea con el discurso del papa Francisco, el obispo Lugones y el nuevo cura local hicieron hincapié en "sacar a la Iglesia a la calle". "No podemos estar encerrados en los templos. Hay que salir, y no solo con palabras sino con obras concretas de bien. No debemos pensar que solo algunos están elegidos para hacer el bien, todos podemos hacerlo. Por eso hay que salir a desparramar el aroma de Jesús", aseguró Piserchia.

En la misa, Lugones reconoció la tarea del padre Francisco y lo abrazó. Al cura de 76 años se le escaparon algunas lágrimas.

En un tono desprovisto de solemnidades, el obispo también sorprendió con un "reto" para la comunidad. "No puede ser que se le pregunte al padre hasta si hay que cambiar el agua de los floreros. Los curas son pocos y tenemos que cuidarlos", pidió.

Después de la ceremonia, el nuevo párroco salió a saludar a los fieles al frente de la Iglesia. Los abrazos se extendieron por casi una hora, con la ambientación de una murga proveniente de una de las parroquias anteriores en las que trabajó Piserchia. El grupo de jóvenes le dedicó canciones al cura y hasta lo llevaron en andas. Fue una secuencia inédita para la Iglesia local.

"El padre nos ayudó mucho, siempre nos alentó. Federico en vez de ponerte un freno te impulsa a que hagas más, y siempre está", le contó a El Diario Sur Fernando Lezcano, de la murga Sentimiento Murguero, de Guernica. También hubo representantes de la parroquia Nuestra Señora de Itatí, de una de las zonas más postergadas de Banfield, donde Piserchia trabajó hasta la semana pasada.

"Son jóvenes con realidades muy duras que encontraron un lugar en la Iglesia y manifiestan con alegría el hecho de no sentirse marginados", describió Federico.

Para Blanca Quílici, catequista de la parroquia, la llegada del nuevo párroco "es una bendición en este tiempo de Adviento". "Estamos muy alegres", sostuvo.

En tanto, monseñor Jorge Torres Carbonell, obispo auxiliar, agregó: "Se abre una etapa muy linda para San Vicente. Federico va a cuidar muy bien al padre Francisco con todo el cariño que le tiene, y también va a hacer un aporte muy lindo para la parroquia y los jóvenes".

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