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Cómo sigue la cuarentena en San Vicente

Ya están abiertos comercios de casi todos los rubros y están permitidas la mayoría de las actividades. ¿Es la nueva normalidad dentro de la cuarentena?

A nivel económico, San Vicente parece encaminarse a la llamada “nueva normalidad” dentro de la cuarentena. Es que en el distrito ya están abiertos los comercios de casi todos los rubros, cumpliendo las diferentes medidas de distanciamiento social; y la cantidad de gente que circula por la calle en ciertas horas del día es muy similar a la que se veía en la previa de la pandemia. Siguen totalmente restringidos, claro está, el entretenimiento y los locales nocturnos.

Según informaron desde el Municipio a El Diario Sur, el permiso que tienen los diferentes comercios como tiendas de ropa, de electrónica o bazares, señala que pueden vender sus productos por delivery o bajo la modalidad “take away”, que implica que los clientes pasen a retirar algo que ya previamente reservaron por vías remotas.

Sin embargo, esa restricción no es cumplida de forma mayoritaria: muchos negocios atienden a sus clientes desde la vereda y en otros incluso permiten el ingreso al local. “Es imposible controlar eso”, justifican desde el Municipio, que en las últimas semanas tomó una posición más laxa que la de los primeros tiempos de la cuarentena, con el objetivo de permitir la reactivación de la economía local.

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La cuarentena y su nueva etapa en San Vicente y Alejandro Korn.

La cuarentena y su nueva etapa en San Vicente y Alejandro Korn.

Más allá de la reapertura lenta de comercios, hay algunos rubros que todavía padecen el drama de no poder trabajar. Algunos ejemplos son las peluquerías. En algunos casos operan de forma clandestina con clientes de confianza.

Un tema aparte es la gastronomía. Si bien tienen permitido vender comida por delivery, una rama importante de este rubro concentraba sus ingresos en los salones con clientes sentados, como las confiterías Boston, Clock y Trevi, y los restaurantes y parrillas de San Vicente y Alejandro Korn. El rojo para esos comerciantes es absoluto y en muchos casos se habla de quiebra. Suman cientos de empleados del distrito.

Dentro de los rubros que tienen permitido el funcionamiento también se produjeron numerosos cierres, tanto en San Vicente como en Alejandro Korn. Fue a partir de las primeras semanas de cuarentena estricta, donde solo se permitió el trabajo de los rubros considerados esenciales. Muchos se apuraron a entregar sus locales para no tener que pagar más alquiler y no acumular deudas.

El paisaje urbano tiene movimiento de gente por las mañanas y a veces por las tardes, pero durante la noche se mantiene el tope de las 20 para que los locales permanezcan abiertos, por lo que disminuye significativamente la circulación.

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