El crimen del kiosquero de Ramos Mejía sigue dando que hablar. Entre las polémicas que suscitó el homicidio destacan los dichos de Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia, que aseguró en diálogo con Radio 10 que no le "asusta la pena de muerte", pero que le "hace ruido aplicarla a alguien inocente".
"La provincia de Buenos Aires tiene una enfermedad endémica que es la inseguridad que viene arrastrando desde años y es una sumatoria de desinversión e interés en la materia. Cuando hablamos de seguridad no hablamos de más o menos policías porque se trata de una construcción cotidiana en la que intervienen múltiples actores", comentó Sergio Berni, que agregó: “A mí no me asusta la pena de muerte, no le tengo miedo a la discusión. Tengo alguna contradicción como cristiano pero no es una cuestión moral, lo único que me hace ruido es porque se la puede aplicar a una persona inocente y de eso no se vuelve nunca más”.
Uno de los testimonios más desgarradores en torno al crimen del kiosquero vino por parte de su hijo Tomás. “Mi viejo trabajaba de domingo a domingo. Se levantaba a las 7 de la mañana y estaba todo el día en su negocio. Siempre le gustó su trabajo. El kiosco era su vida y vino un hijo de p... y nos arruinó la vida a todos. Desde que tengo uso de razón acá no hay seguridad. Todo el tiempo pasan cosas. Toda la vida le tuve miedo a la muerte y ayer me lo sacó a mi papá. Se quejan de que los pibes se van del país, pero tampoco hacen nada para que se queden. Yo me quiero ir del país: no me dan nada acá. Tengo más futuro en cualquier otro lado”, agregó entre lágrimas.
Por su parte, el periodista de policiales Mauro Szeta compartió en su cuenta de Twitter dos videos claves del homicidio. Por un lado, el del asesino entrando al kiosco, donde estuvo más de 15 minutos hasta que llegó su compañera, y por el otro uno todavía más peculiar: la pareja en un supermercado, después de haber cometido el crimen, cambiándose las ropas para intentar escapar.