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El drama de los suicidios: advierten por las secuelas de la pandemia en la salud mental

Crece la alarma ante los suicidios de jóvenes. La asociación "Teléfono por la Vida" brinda asistencia en situaciones límite.

Un relevamiento realizado por el diario español El Mundo arrojó una cifra para nada alentadora: en 2020, los trastornos mentales en su país se cobraron más vidas de personas menores de 50 años que el coronavirus. El escalofriante dato evidencia un fenómeno del cual poco se habla. En Argentina, si bien no existen estadísticas claras, los suicidios también siguen siendo la única opción para muchas personas que no encuentran una mejor salida.

Según el psicoanalista Federico Lauria, los suicidios son “un problema que pasó durante toda la historia” aunque reconoce que “hoy por hoy estamos en una sociedad donde se ha perdido valores como el trabajo, la familia o la religión. Eso ha generado que todo se exacerbe y sea en exceso”. En ese sentido, el especialista puntualizó: “Creo que el contexto individualista y narcisista en el que vivimos, donde todo es sálvese quien pueda, hace que haya una gran falta de amor, que es fundamental a la hora de pensar en sujetos sanos. Cuando no hay nadie dispuesto a darle tiempo al otro se van generando cuestiones de desamor que, en parte, terminan trayendo estas formas de padecer autodestructivas”.

Desde su consultorio particular en Remedios de Escalada, el psicoanalista y miembro fundador de la Asociación Psicoanalítica del Sur ejemplificó: “No es lo mismo una persona que tuvo una catástrofe y el aparato psíquico no lo pudo procesar que personas que escriben una carta y se toman su tiempo. No todas las depresiones ni adicciones terminan en suicidio. No es lo mismo un suicido impulsivo que uno premeditado”.

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Federico Lauria, psicoanalista.

Federico Lauria, psicoanalista.

Intentar prevenir suicidios no solo es una tarea reservada para los psicoanalistas. Susana López también aporta desde su lugar: es coordinadora de “El Teléfono de la Vida”, un grupo de voluntarios católicos que se encargan de atender llamadas nocturnas por parte de personas que están en “emergencia emocional”.

“Les prestamos una asistencia espiritual y, dentro de las medidas que podamos, le brindamos herramientas para que podamos ir a algún centro psicológico o para adicciones”, describe su trabajo López, el cual ejerce todas las noches hace 11 años. Para ser más clara, recuerda: “Tenemos usuarios que nos llaman entre dos o tres veces por noche porque no se sienten bien. Hay personas que hace años nos llaman todos los días. A veces solo necesitan escucharnos”.

La contención emocional es una pata clave a la hora de prevenir los suicidios. “La mayoría de los que llaman están en situaciones personales en donde siempre primero piensan que no quieren vivir más. Algunos son más explícitos que otros. Hemos tenido casos que luego supimos que terminaron mal”, comentó López, que cuenta: “Hace poco hablábamos seguido con una chica en Rosario que nos decía que se quería suicidar. Al tiempo, un familiar que sabía que ella se comunicaba con nosotros, nos contó que se quitó la vida. Al ser telefónico y no tener un contacto presencial, a muchos no le podemos hacer grandes seguimientos”.

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Susana López, de Teléfono de la Vida. Muchas más personas llamaron a la asociación durante la pandemia.

Susana López, de Teléfono de la Vida. Muchas más personas llamaron a la asociación durante la pandemia.

La pandemia, caldo de cultivo para los suicidios

La salud mental tuvo un duro golpe durante el encierro que produjo la pandemia. “Si nos ponemos a pensar que los vínculos, el amor y los afectos son la raíz de los suicidios, no podemos dejar de pensar cómo afectó a este problema la pandemia. El aislamiento, que fue una forma eficaz de detener lo biológico, perjudicó lo psíquico”, comentó el psicoanalista Federico Lauria. Ese mismo síntoma lo evidenció Susana López desde el Teléfono por la Vida. “Durante la pandemia se aceleraron las llamadas por potenciales suicidios. Todo se identificó mucho más”, dijo la coordinadora de la organización, que agregó: “En el mayor encierro de la pandemia la situación fue caótica, principalmente por la desocupación y economía. Nos manejamos con gente de nivel socioeconómico bajo y se vio mucho la desesperación”.

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Teléfono de la Vida atiende a personas que necesitan ser escuchadas.

Teléfono de la Vida atiende a personas que necesitan ser escuchadas.

Cómo comunicarse con Teléfono de la Vida

La organización con sede en Lomas de Zamora se encarga de brindar “ayuda espiritual” para gente con “problemas emocionales”. Para comunicarse se puede llamar todas las noches de 22 a 6 al 4245-3333 o bien contactarse mediante WhatsApp (15-5636-3474) las 24 horas y los 365 días del año.

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