La hepatitis infantil aguda se propaga lentamente alrededor del mundo. En Argentina, se estima que ya hay ocho casos de pacientes menores de edad con falla hepática grave. Uno de ellos, un nene de 8 años, debió recibir de urgencia un trasplante de hígado. La patología que afecta a más de 230 menores en el mundo está presente en al menos 20 países y no tiene potencial endémico: todos los casos son aislados.
“La hepatitis infantil que estamos viendo hoy en día es de origen desconocido, que empieza como todas las hepatitis, con síntomas como tinte amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos, dolor abdominal, vómitos y diarrea. La diferencia es que después afecta demasiado al hígado”, explicó Hugo Pizzi, asesor del gobierno nacional y reconocido infectólogo cordobés, en charla con El Diario Sur. Y detalló: “No se trata de la inflamación común de la hepatitis que conocemos ni para las cuales tenemos vacunas adecuadas”.
A pesar de que todavía no existe una vacuna para la hepatitis infantil, su creación no es utópica. “Las vacunas de las hepatitis disponibles no pueden servir para este tipo de hepatitis nueva porque son específicas. La vacuna para la hepatitis B es para atacar al virus que provoca la hepatitis B, por ejemplo”, contó Pizzi, que igualmente no dejó de ser optimista: “Hoy en día, cuando se detecte el agente etiológico, la vacuna contra la hepatitis infantil puede estar en pocos meses”.
De los 238 casos, “alrededor de 22 necesitaron trasplante”, estimó Pizzi. Uno de ellos fue el chico de Rosario, en Santa Fe. “Por lo general, ataca sólo a los menores. El caso más grande fue de un chico de 16 años y también se registró esta hepatitis en bebés de meses, pero el promedio es de 4 a 9 años”, señaló el infectólogo.
“El agente patógeno se desconoce. Lo único que hay como cuestión presuntiva es que, en 70 de los 238 casos activos, se encontraron un adenovirus que a pesar de no poderle dar la característica de agente etiológico presumimos que estuvo sin actuar durante los dos años de pandemia”, argumentó Pizzi.
Entre las complicaciones que implican que la hepatitis infantil aguda sea de origen incierto se encuentra el diagnóstico. Sin embargo, el mismo es posible: “Se empiezan a hacer pruebas para identificar la hepatitis A, B o C. Si no es ninguna de las tres, recién se empieza a pensar en este nuevo tipo de hepatitis. En ese tipo de investigaciones es donde se encontraron unos adenovirus que caracterizan a la patología. Los estudios se realizan con kits y los realizan los virólogos”.
El pasado jueves, el Ministerio de Salud de la Nación informó que se estudian ocho casos sospechosos de hepatitis graves de origen desconocido en población pediátrica en distintos puntos del país, aunque remarcó que son “casos aislados sin conexión entre sí” y que “no se trata de un brote”.
El origen de la hepatitis infantil
Si bien no se sabe cuál es el agente patógeno que inició este nuevo tipo de hepatitis, los registros datan que los primeros casos se reportaron en Europa. “Todo empezó en el Reino Unido hace un tiempo y llamó la atención por la rapidez que tenía en cuanto a la destrucción del hepatocito, la unidad funcional del hígado”, comentó el infectólogo internacional Hugo Pizzi, y dijo que “el fenómeno fue tan grande que, ya en los primeros 20 casos, hubo necesidad de trasplante”.
Consejos para padres
Al ser una patología que afecta a los menores de edad, es de total importancia que los padres y las madres sean cautelosos. “El contagio se produce de la misma manera que otras hepatitis: a través de los fluidos corporales. Es por eso mismo que cobra importancia el cuidado del baño que utiliza el enfermo y que los padres estén atentos al tinte amarillento de la piel, el color oscuro de la orina o el claro de la caca. Todos los padres están hábiles en ese aspecto”, reveló Pizzi. Y agregó: “Para evitar cuadros de hepatitis no hay que olvidar estar vacunado y priorizar la higiene del hogar, como limpieza de verduras, lavado adecuado de instrumentos que se utilizan en la cocina y fundamentalmente lavarse las manos después de que uno va al baño”.