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Es bombera en Glew y ahora se recibió de enfermera: "Voy por la vida intentando ayudar"

Juliana Ríos tiene 23 años y logró mezclar sus dos pasiones, las cuales heredó de su familia. Cómo pasó de conbatir incendios a luchas contra el coronavirus,

Juliana Ríos es una joven con una gran vocación por ayudar a los demás. Con tan sólo 23 años, esta vecina de Glew que desde hace años se desempeña como bombera logró alcanzar un nuevo logro en plena pandemia: recibirse de enfermera.

Su amor por estas dos profesiones nacieron por herencia familiar. Su padre y su hermano Gustavo eran bomberos, y su admiración al verlos ayudar a los demás la llevó a querer seguir su ejemplo. En aquel entonces los Bomberos Voluntario de Glew tenían su academia, en donde jóvenes aspirantes comienzan su preparación para ser bomberos. Sin embargo, no permitían a las mujeres.

“Le dije a mi familia que en algún momento quería entrar. Mi mamá pasó un día por el cuartel y le dijeron que ya se podía. Y ahí entré, mi primera vez fue el 5 de julio de 2014 y no me fui nunca más”, relató Juliana a El Diario Sur.

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Un año después, en 2015, alcanzó su primer logro: se convirtió en la primera cadete mujer en ser bombera. A la par que comenzó con su labor voluntaria, empezó sus estudios universitarios. Eligió la carrera de Psicología, en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero en el 2017 se replanteó si realmente era lo que quería ser. Y así asomó lo que sería su segunda pasión: la enfermería.

“Dejé de estudiar y arranqué sin conocerla realmente. Mis hermanos Soledad y Gustavo –quien también es bombero- me dejaron su legado, los veía contentos estudiando eso. Pensé que tenía que gustarme ser enfermera, sí como bombera salgo a salvamentos, atiendo personas, ayudo a la gente siempre”, contó.

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Sin embargo, en el 2018 decidió retomar Psicología y desde ese momento la joven de Glew repartió su tiempo entre las dos carreras y su labor como bombera. Todo iba viento en popa, pero en el medio comenzó la pandemia del coronavirus. Pese a eso, siguió su camino.

“Tuve que ponerle pilas a la tecnología. Tuve problemas con los celulares para presenciar las clases, entregar muchos trabajos prácticos. No lo habría podido hacer sin el apoyo de mis compañeras, mi familia y los bomberos. Muchas veces me desconectaba de la nada para ir a un incendio, accidente o salvamento”, dijo la joven.

Finalmente, en octubre de este año alcanzó su segundo logro y se recibió de enfermera. “Estoy muy alegre porque fue una de mis primeras metas. Si bien al principio era una ‘salida rápida’, hoy puedo decir que fue la mejor decisión de mi vida”, relató.

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Actualmente, además de combatir incendios, Juliana se encuentra formando parte del Plan Detectar en Esteban Echeverría en la lucha contra el coronavirus. “Voy por la vida intentando ayudar en momentos donde cualquiera se iría”, señaló.

“Es un compromiso enorme. Como bombera llegas de los servicios y tenés que pasar por una cabina de desinfección, limpiar los móviles con lavandina, es normal salir corriendo y olvidarse el barbijo. Y como enfermera es una experiencia súper nueva, usar un equipo de protección, estar horas bajo el sol o el frio. Solo puedo decir que uno conoce los riesgos y los toma”, dijo la joven de Glew.

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