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Por la caída de las redes, vecinos de Almirante Brown perdieron su día de trabajo

Comerciantes y emprendedores de Almirante Brown sufrieron importantes pérdidas económicas por las fallas de WhatsApp, Facebook e Instagram.

Tras la caída global de WhatsApp, Facebook e Instagram registrada este lunes, fueron muchos los emprendedores y comerciantes de Almirante Brown que se vieron afectados y llegaron a tener pérdidas económicas importantes. Estos medios no son utilizados únicamente para el ocio sino también para trabajar, haciendo que su caída perjudique a muchísimos trabajadores.

En una recorrida por Almirante Brown, El Diario Sur comprobó la situación de algunos emprendedores que se vieron afectados laboralmente en este día.

Así lo demostró Micaela, dueña de la rotisería El Despachito, ubicada en José Mármol. “Desde que nos convertimos en delivery Instagram nos acercó a muchísima gente gracias a los sorteos”, comentó ante El Diario Sur. Hoy, su principal fuente de trabajo es WhatsApp: “Vivimos al día y la plata que se hace en un turno se usa para comprar mercadería para el otro y pagar los sueldos”, sostuvo. Y remarcó que otras aplicaciones como "Rappi" o "Pedidos ya" son un problema, porque "si bien está la opción de abonar en efectivo, la mayoría lo hace con tarjeta y el pago tarda en acreditarse. En cambio, vía Whatsapp son todos en efectivo y esto nos facilita el trabajo diario".

Definitivamente la caída de Whatsapp también afectó a otros emprendedores. Milagros vive en Rafael Calzada y realiza entregas de productos cosméticos "Natura" a toda Zona Sur. Su emprendimiento "Natura Zona Sur" es desde casa, y su única fuente de pedidos de parte de sus clientes es vía Whatsapp o Instagram. "Más allá de los envíos, nos vimos imposibilitados en tomar pedidos de el Día de la Madre. En esta fecha es un día perdido, y la caída de las redes principales nos imposibilitó por completo a lo largo del día", afirmó..

Por otra parte, los trabajadores que disponen de espacios físicos como los comerciantes, también se encontraron imposibilitados más allá de poder recibir llamados telefónicos a sus locales. María, de 40 años, tiene un local de ropa deportiva en Rafael Calzada. En diálogo con El Diario Sur, dijo: “El problema es que la mayoría de los pedidos son vía redes. El teléfono ya no se usa por más que lo tengamos. Antes la gente venía al local, pero ahora te piden por WhatsApp y lo retiran”.

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