Todos los días, Jorge Ferro se encuentra desde muy temprano en la mañana en la estación de Claypole, donde decenas de personas lo saludan y le compran un café con alguna de las delicias caseras que realiza. Sin embargo, su historia esconde un pasado con una frustración por no poder dedicarse al ámbito de la salud.
Fue personal de salud, trabajó en una panadería y hoy vende café en la estación de Claypole
Jorge Ferro fue técnico radiólogo en su juventud, pero por diversos motivos cambió de rubro. Hoy vende sus delicias artesanales como "cafetero oficial" de Claypole.
Pese a ser el menor de 10 hermanos, decidió estudiar en la Cruz Roja para dedicarse a ser técnico radiólogo, carrera que culminó en 1995. Con apenas 22 años comenzó a hacer sus prácticas profesionales en el Hospital Lucio Meléndez de Adrogué, pero inesperadamente se topó con una pared.
"Cuando querían cubrir un puesto, venía alguien más acomodado y no me tenían en cuenta", contó en diálogo con El Diario Sur. Así fue como decidió probar suerte en el ámbito privado, trabajando en centros de salud de la región. Sin embargo, el no poder trabajar en condiciones como personal de salud por no estar en blanco hizo que nuevamente decida retirarse.
"Fue triste, porque con 22 años me di cuenta de la realidad. Antes de recibirme cumplí horas prácticas y me decían que iba bien, pero los que estaban acomodados entraban en mi lugar", recordó.
Tras un paso fallido como personal de salud, incursionó en otro rubro: la panadería. "Cuando dejé el trabajo, me llamaron de la panadería en la que trabajé cuando era más joven", afirmó Jorge, quien luego de 17 años de carrera en un comercio de la Ciudad de Buenos Aires, decidió probar suerte en otro lugar.
Con un buen currículum, buscó trabajo en comercios cercanos a su vivienda, pero al no ser tenido en cuenta y ante la necesidad de mantener a su familia, comenzó a preparar sus propias delicias artesanales y vender café en la estación.
“La idea me la tiró el hermano de mi pareja. Iba a empezar trabar con la llegada del tren eléctrico. El 20 de junio de 2015 arrancó el servicio y yo ya estaba acá”, explicó quien desde hace 6 años se encuentra en la salida del cruce peatonal de la estación de Claypole.
Su jornada laboral comienza de madrugada para preparar los termos con café y leche, y luego parte de su casa junto a su carro para estar desde las 5:30 hasta las 10 de la mañana. “Después llego a casa y empiezo con la producción para el día siguiente. Todos los días tengo prendido el horno y uso la amasadora para dedicarme a esto”, contó Ferro.
Jorge aseguró que “hoy por hoy estoy feliz de hacer esto”, y que pese a que le gustaría crecer para poder extender su horario, por el momento mantiene su producción fresca y artesanal.