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"Antes de rescatar perros, es necesario pensar qué hacer después"

Silvina Psillaquis es la fundadora de la organización "Callejeritos", que asiste a perros en estado de abandono en Brown. En la pandemia creció la adopción.

En 2012 Silvina Psillaquis fundó “Callejeritos”, una organización que se encarga de rescatar y ayudar animales en situación de abandono para luego darlos en adopción. Con sede en Almirante Brown, la institución vive por las donaciones de la gente. En diálogo con El Diario Sur, Psillaquis contó cómo funciona la organización que rescata perros por dentro y cuánto les cambió las cosas la pandemia.

¿Cómo es el trabajo de un grupo proteccionista hoy en día?

Afortunadamente, los grupos proteccionistas estamos trabajando un montón y la gente se involucra mucho más. Para Callejeritos, estos últimos años fue un furor la adopción. Inclusive todo lo que tenga que ver con los políticos, que apuntan mucho al proteccionismo animal porque saben que es un tema fuerte hoy en día. La gente tiene más conciencia que antes, ya no lo toman al animal como que crece de un yuyo sino que se lo considera parte integrante de su familia. A eso nosotros lo llamamos tenencia responsable.

¿Cuáles fueron los pro y los contra de la pandemia?

Entiendo también que la gente en pandemia tuvo más necesidad de estar acompañada por el hecho de estar tiempo sola en su casa. Por eso también se adoptó mucho más en este tiempo, pero también está la otra cara de la pandemia: la gente perdió mucho trabajo, no tiene recursos necesarios, no podía salir a vacunar, castrar o realizar asistencias médicas por una cuestión económica, y los primeros que sufren en este caso son los animales: se empiezan a abandonar o regalar. Así pasó en esta pandemia. Es duro el tema y el ser humano funciona así: lo que no le sirve lo descarta fácil, sin tener conciencia. Por eso desde Callejeritos siempre apunté a que se den charlas de concientización en los colegios para ir cambiando esa mentalidad y que se vaya fomentando esto de la tenencia responsable.

¿Siguieron con las charlas en clases virtuales desde Callejeritos?

Al principio de la pandemia dimos muchas charlas vía zoom y dieron mucho resultado. Después no se pudo hacer más. Es una lástima porque estamos perdiendo casi un año y medio sin poder dar charlas en donde haya masividad de gente. Así que seguimos haciendo campaña por las redes, como siempre, pero no podemos organizar ferias masivas, por ejemplo. La pandemia mató un poco todo eso.

¿Cómo se financia Callejeritos?

Callejeritos se financia con las donaciones de la gente. Por suerte, las personas son caritativas y daditativas: donan una bolsa de comida, tres toallones, una cuchita que ya no le sirve o dinero, que con eso se paga la asistencia médica o pensiones. Nosotros no tenemos un refugio para perros propio, entonces pagamos pensiones cuando hay urgencias si no encontramos gente que abra sus puertas.

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Silvina es dueña de Callejeritos. En diálogo con El Diario Sur contó cómo la pandemia modificó la adopción de perros.

Silvina es dueña de Callejeritos. En diálogo con El Diario Sur contó cómo la pandemia modificó la adopción de perros.

¿Cuánto cuesta una pensión?

Las pensiones se negocian mensualmente por cantidad de perro. Si tenemos diez perritos en una pensión, tratamos de negociar un número que nos sirva tanto al pensionado como a nosotros. Se paga casi 30 mil pesos por mes, por cinco y ocho animalitos. Aquellos animales que tienen una complicación de salud por lo general son dos días de internación más estudios; con ellos, por día se gastan alrededor de siete mil pesos. Tratamos de que los animales estén bien, por eso accedemos a los tratamientos y medicación buena. Eso es caro y la situación económica también hace que las personas cuiden los pesos que tienen. Dan lo justo y necesario, pero los rescates se siguen haciendo. Y cada vez más.

¿Se nota un abandono mayor de perros en las calles?

Se ve mucho. Una de las problemáticas son las dificultades de acceso a las castraciones. El municipio las ofrecía hasta antes de la pandemia, pero ahora ya no hay móviles de castración. Y la gente no siempre puede acercarse al centro de zoonosis. Al no castrar un animal, una perra que se pone en celo termina siendo perseguida por siete perros que también se escapan. Encima la gente no identifica a sus perros, entonces una vez que salen a la calle quedan ahí, porque nadie sabe dónde llamar y devolverlo.

¿Cómo es el proceso una vez que encuentran a un perro?

Antes de quedarnos con el perro lo publicamos en las redes sociales, mientras se va tratando. Ha pasado de que, mientras el animal hace el tratamiento, se apersonan los dueños en el veterinario donde está internado. Si aparece el dueño y quiere al animal, por lo general tienden a querer pagar lo que gastamos con el tratamiento.

¿Tuviste que alojar un animal en tu casa que después entregaste a una familia?

Me pasó y lloré mucho. La gente lo que no comprende es que te piden que rescates y después no tenés lugar para ubicarlo. No sabés si ubicarlo en tu casa, el auto o dónde. Por eso la mayor parte de las proteccionistas tenemos una cantidad enorme de animales en su casa. Suele pasar eso, por eso hay que pensar bien. Antes de un rescate, si bien el corazón te moviliza, también hay que pensar qué hacer después. Porque la asistencia no es solo rescatar al animal. Es un trabajo diario que conlleva ir a verlo, tratarlo, alimentarlo, limpiarle las vendas.

¿Cómo está integrado Callejeritos?

Somos alrededor de 20 voluntarios, aunque va variando. Por lo general son gente joven. A veces tienen que priorizar la familia o están con problemas en la familia y el equipo va rotando. El voluntariado es ciclotímico.

¿Trabajan también con otros animales?

En Callejeritos, además de perros, también trabajamos con gatos. Varias veces también nos trajeron palomas o corderitos. Caballos es una problemática diferente. Más que nada porque necesitas una agrupación especializada para eso por el tema del espacio y la medicación. Es difícil encontrar lugar para un perro o un gato, imaginate dónde alojar un caballo. Si vivís en un departamento no podés. Necesitas mucho pasto, para comer y hacer sus necesidades.

¿En qué situaciones se encargan de las aves?

Tratamos mucho a las cotorras cuando se caen de los nidos y a las palomas cuando están heridas. Yo tuve una paloma seis meses en casa, Aurora, que tenía un agujero en el ala producto de un balín. No podía volar más de un metro, y como yo tengo muchos perros y gatos en casa, la tuve que encerrar en el lavadero. Hay organizaciones especializadas en aves también. Por suerte, existe gente que quiere ayudar siempre.

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