"El subte era su pasión". Así se expresó Marcela, la hermana de Walter Berhouet, el trabajador oriundo de Claypole que falleció en los últimos días luego de atravesar un cáncer de pulmón derivado de la contaminación con asbesto, motivo por el cual Metrodelegados realizó un paro de actividades este lunes.
"Hace 30 años que empezó a trabajar en el subte. Amaba su trabajo", afirmó en diálogo con El Diario Sur sobre la trayectoria del hombre de 53 años que luchó durante tres con la enfermedad y por eso se mudó desde el sur del conurbano bonaerense a San Miguel del Monte, donde vivía con su pareja y su hijo (22).
La hermana, actualmente en esa ciudad de la Provincia acompañando tanto a su cuñada como a su sobrino, describió a Walter como una persona "luchadora", esa característica que le permitió afrontar estos últimos años luego de haber dejado su labor como conductor en la línea D de subtes. "Luchó mucho durante el día a día, hasta su último respiro peleándola juntos", indicó en relación a su pareja. Y añadió: "Fueron tres años de sufrimiento para él y la familia. La peleó muchísimo".
Tanto Marcela como otras dos hermanas, menores que Walter, viven en Llavallol, un vínculo con la zona sur que le allanó el camino en su momento para vincularse con los trenes. De hecho, ella remarcó que, más allá de su trabajo en el subte, solía participar de emprendimientos solidarios. "El amaba todo lo relacionado con los trenes. Incluso viajó varias veces en los trenes solidarios a llevar recursos a la gente que necesitaba. Amaba eso", aclaró.
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Por último, puso el foco en otra de sus pasiones, las comparsas. "El bailaba en comparsas en Entre Ríos. Hace cuatro años me invitó a mi ir a bailar con él a la comparsa Marí Marí. Era algo que le gustaba mucho".
Protestas en el subte
La muerte de Berhouet derivó en la protesta de los Metrodelegados en el subte. Es que, según señalaron, integraba una lista oficial de 114 trabajadores afectados por asbesto, que es reconocida por la Superindendencia de Riesgos del Trabajo.
Desde la agrupación resaltaron: “La muerte de nuestro compañero nos llena de tristeza e indignación porque pudo haberse evitado: el asbesto está prohibido en Argentina desde el año 2003”. En este sentido, el sindicato denunció que durante muchos años el personal del subte trabajó sin información sobre la presencia de este amianto en el entorno.