“Hagan lío” fue la frase que popularizó Jorge Bergoglio en 2013, en el comienzo de su papado, como un mensaje para la juventud católica. Diez años después, muchos preadolescentes y adolescentes de Canning parecen estar siguiendo el mandato papal. Lo hacen por las noches y dentro de sus propios barrios, lo que genera preocupación y enojos entre miembros de las comunidades countristas.
De acuerdo a un relevamiento realizado por El Diario Sur, el caso que terminó de sacar a la luz este tipo de situaciones ocurrió en el del country Solar del Bosque. Allí, un grupo de niños tomó la costumbre golpear y dañar puertas de varios lotes, así como también causar daños en algunos espacios comunes como parte de un juego.
La problemática no pasó desapercibida ante reiterados sucesos de las mismas características. Por esta razón, la situación no tardó en generar quejas y en pasar a mayores. “Fue bastante grave porque una de las familias de uno de los chicos casi termina a las trompadas con un miembro de la comisión”, contaron desde Solar del Bosque.
Y añadieron con indignación sobre lo acontecido: “Hubo gente grande que estaba descansando cuando tipo dos de la mañana fueron y le patearon la puerta fuertemente. Son chicos tipo de 12, 13 años, preadolescentes, no tienen 5 años”.
Asimismo, desde Solar del Bosque explicaron que “el 80% de los niños conflictivos son hijos de inquilinos y cómo están de paso no les importa respetar normas”. Muchos vecinos tragan saliva y deciden no denunciar porque son menores de edad, pero llega un punto que la paciencia se les acaba.
“Los chicos hoy en día están terribles y siempre está la posibilidad de que un vecino se canse y tome cartas en el asunto, lo que sería más grave aún. Nunca habíamos tenido un problema así hasta ahora”, completaron con preocupación desde el barrio situada sobre la Ruta 58.
Por el lado del country Terralagos sostuvieron que la problemática con niños conflictivos es “para escribir un libro porque es un tema recurrente en los barrios que siempre recrudece en vacaciones de invierno, verano o fines de semanas largo”.
A su vez, desde El Rebenque señalaron que ante estos episodios “los padres te van a discutir que el nene es el mejor del mundo, por eso resulta clave contar con las cámaras que registren todo”.
En Echeverría del Lago los niños realizan actividades bajo la coordinación del área deportiva y desde donde buscan enseñarles a los chicos buenas prácticas. “Nuestros profes ayudan a que no tengamos chicos por las calles y también a tener un poquito más de conciencia para que no anden haciendo esas picardías”, destacaron.
Finalmente, en Malibú reconocieron que cada vez que tuvieron un inconveniente con niños los padres se hicieron cargo, siempre mostrando las pruebas: “En Malibú siempre nos manejamos bajo el que ‘rompe paga´ y los padres lo tuvieron que entender”.
Las medidas que toman los countries ante las faltas
Desde los diferentes barrios de Canning aseguraron que el relevamiento y análisis de las cámaras de seguridad resulta fundamental para determinar al autor de la indisciplina. En caso de una primera falta se apercibe y si los daños son materiales se les cobra lo que corresponde al valor de lo que rompieron.
Además, si la conducta negativa se reitera los niños pueden ser sancionados y suspendidos en las actividades deportivas que disputan en el country.
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