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El frío atenta contra el boom gastronómico de Canning: "La gente está saliendo menos" 

Comerciantes notan una baja sensible en el consumo. Para quienes viven en Capital y pasan el fin de semana en Canning, el cambio de temperatura es abrupto. 

El frío llegó y pone en jaque la actividad gastronómica de Canning, que atraviesa un boom inusitado, con aperturas casi semanales de nuevos locales. La ola polar que azotó a la zona recientemente trajo como consecuencia una reducción en el movimiento y en las ventas, sumado al agravante de los cortes de luz generalizados.

Actualmente la zona cuenta con más de 80 locales entre restaurantes, pizzerías, confiterías, hamburgueserías, heladerías, bares y otra gran cantidad de comercios de diferentes rubros. El arribo de las bajas temperaturas invita a “quedarse en casa” y golpean al sector.

Los vecinos empezaron a preferir resguardarse en los diferentes barrios privados del corredor verde para evitar el frío y por ello la reducción del movimiento en los comercios no tardó en llegar y en impactar en las ventas, especialmente en los que tienen servicios al aire libre.

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Los comercios que tienen servicio al aire libre son los más afectados por la ola polar en Canning.

Los comercios que tienen servicio al aire libre son los más afectados por la ola polar en Canning.

De acuerdo a un relevamiento realizado por Diario Canning con diferentes locales de la región, todos coincidieron en que los clientes eligen los horarios de la media mañana, el almuerzo y la merienda, es decir, cuando hay algo de luminosidad, en contraposición a la noche como ocurría en el verano. “Es tremendo, a la noche no hay nadie por el frío que hace”, aseguraron desde Musel y Santo, este último ubicado en Paseo Guadalupe.

“Los fines de semana levanta un poquito y los demás días se cae considerablemente el movimiento para todos”, explicaron desde el bar Fonti y continuaron: “Mantenerse cuesta mucho en Canning y en estas épocas se hace mucho más difícil, pero confiamos igual que la zona siga levantando cuando baje la temperatura”.

Otro de los problemas que complican la situación de los locales del polo comercial de Canning está vinculado a la hostilidad que trae consigo el invierno con respecto a la falta de suministro eléctrico. “El frío y con los cortes de luz es peor todavía porque a la gente le cuesta salir y con este tipo de inconvenientes se complica aún más”, concluyeron.

“Con los primeros fríos la gente se retrae y no sale tanto hasta aclimatarse a las nuevas temperaturas, sumado a que la economía no está del todo bien, entonces efectivamente termina afectando a las ventas, pero igual tratamos de buscar alternativas climatizando bien el lugar”, añadieron desde el restaurant Lippe. Los comercios buscan alternativas al frío como estufas al aire libre y toldos para resguardar a sus clientes.

Soportar el frío por priorizar “el verde”

Emiliano Abregú suele acudir frecuentemente al country Santa Rita los fines de semana yendo y viniendo desde Capital Federal. “Siempre que uno viene para Canning sabe que hay unos grados menos, pero durante el día se soporta. A la noche sí se siente bastante la diferencia”, contó.

“En mi caso vivo en un departamento entonces busco poder salir de la rutina y pasar tiempo al aire libre. Se abriga bien y se disfruta de la mañana y tarde, ya de noche uno se guarda en la casa. Todo depende de las ganas de cada uno”, añadió Emiliano.

De todas formas, para el vecino de Santa Rita el viaje vale la pena porque “uno sale de la rutina. “Y la cabeza es otra cuando uno ve verde y está al aire libre, ya sea compartiendo un asado en familia o simplemente pasando el rato en el country”, completó.

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