La autoestima es la capacidad de amarnos, valorarnos y respetarnos. Se experimenta como un sentimiento. Cuando algo sale bien, estamos pum para arriba, pero cuando no sale, es como una pesa en los hombros. Y sucede porque la autoestima está relacionada con el autoconcepto que son pensamientos e imágenes que influye directamente en el sentimiento de autoestima.
Autoestima en jaque
Por Mónica Dreyer.
Las personas con autoestima baja se descalifican a sí mismas “Pero que mal me salió ….” Porque el autoconcepto es una creencia y cuando hay una creencia negativa acerca de uno mismo, la persona selecciona de la realidad todos aquellos aspectos que confirmen esa creencia negativa. “Ves que no sirvo para las matemáticas”, “No soy linda”, “No soy exitoso”. Es el mal del perfeccionista. La persona con autoestima alta ni siquiera lo registra… No está con la lupa evaluándose permanentemente.
Es un mecanismo inconsciente y el propósito de esta columna es brindar un conocimiento que te permita identificar y darte cuenta cuando estos pensamientos y creencias negativas impactan en tu autoestima. ¿Cuántas veces te juzgas? ¿Ante qué situaciones? ¿Qué te decís?
La autoestima tiene relación con mandatos familiares, voces de personas, con la propia personalidad y fundamentalmente con una comparación; algo que para mí estándar no se está cumpliendo. Cuando una persona no está conforme consigo misma la pregunta es ¿Comparado con qué o con quién? No soy tan linda. No tengo éxito. No logro tal cosa. No tengo suficiente dinero ¿Comparado con qué? ¿O con quién?
Algunas personas relacionan la autoestima con lo que se tiene y lo que se tiene nunca alcanza en el ser humanos. Una persona quiere el auto, lo compra y quiere uno mejor, compra el mejor y quiere un barco, compra el barco y quiere uno más grande…. Y así nunca alcanza. Si está ligado a la autoestima, la misma estará siempre en jaque.