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Nuevos y viejos rebusques para enfrentar la crisis: trabajadores apelan a changas y emprendimientos

Además de los servicios tradicionales, como la venta de comida o salir a cortar el pasto, aparecen otros novedosos, como los "mandaderos".

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el INDEC, en el primer semestre de 2022 había 13.5 millones de habitantes dentro de la Población Económicamente Activa, es decir, en condiciones de trabajar. De ese total, 12.6 millones están ocupados y 0.9 millones desocupados.

Dentro de la franja de habitantes que están ocupados, 9.2 millones son asalariados, mientras que 3.3 millones no gozan de un salario. A su vez, los trabajadores sin salario fijo se subdividen en tres: un 1.7 % responde a los jefes, el 11.3 % a trabajadores familiares sin remuneración económica y un 87 % a trabajadores autónomos.

Por su parte, Álvaro Llambi, miembro la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) informó que del total de personas que no trabajan dentro del sistema formal, hay 4.5 millones de anotados de forma voluntaria dentro del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (RENATEP), lo que les permite llevar un conteo de los trabajadores que autogestivos. Todos estos trabajadores, cabe destacar, carecen de derechos laborales.

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Álvaro Llambi, miembro la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

Álvaro Llambi, miembro la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

La mayoría de estos emprendedores ofrecen sus productos y servicios a través de redes sociales, que se transformó en una especie de feria donde los usuarios también solicitan lo que necesiten.

Entre las ofertas más novedosas: confección de trabajos prácticos para la escuela; lavado de ropa a mano; cortinas, macetas y decoración para la casa hechas totalmente a mano; y las infaltables ofertas de “algo rico para la merienda” o “no tengo derecho de autor ni marca”, inundan las redes a toda hora.

El Diario Sur conversó con distintos emprendedores de la región que contaron cómo iniciaron sus proyectos, qué tan útil es para su economía desarrollarse en esas tareas, y cuáles son sus deseos a futuro.

“Bicienvíos”, la idea de un vecino de El Jagüel que es aplaudida en su barrio

Sebastián Tomasino es de El Jagüel, Esteban Echeverría, tiene 21 años y comenzó un emprendimiento al que llama “bicienvíos”. “Hago las compras y las llevo a domicilio. También saco turnos en las salitas de El Jagüel y consultorios externos”, explicó.

“Me di cuenta de que en El Jagüel entran pocos deliverys, así que se me ocurrió hacer algo parecido pero con la bicicleta”, relató el joven a El Diario Sur, y agregó que la idea surgió a partir de su trabajo, ya que realiza los envíos de una pizzería de Monte Grande.

Según contó, este trabajo no le alcanzaba para solventar sus gastos y es por eso que decidió comenzar con ‘bicienvíos’: “La plata para la compra la pongo yo y cuando les entrego el pedido, les doy el ticket y me pagan lo que sale más el costo del envío que va a ser de $250 más un extra por kilómetro”.

“Todos me felicitaron y me dijeron que estaba muy bueno, que admiraban mi voluntad, así que fue bien recibido”, celebró Sebastián, que con mucho sacrificio logró comprarse una moto. Para aquellos que quieran comunicase para consultas o coordinar envíos, pueden contactarlo a través de su celular: 1128810411.

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Sebastián Tomasino, quien lleva adelante

Sebastián Tomasino, quien lleva adelante "Bicienvíos".

Leonardo apuesta por un clásico: corta el pasto para terminar el secundario

Leonardo Florez tiene 29 años y es de Luis Guillón, pero trabaja cortando pasto y haciendo podas en gran parte de Esteban Echeverría. “Me compré una máquina y arreglé la bicicleta y así empecé. Ahora quiero terminar el secundario”, contó el joven a El Diario Sur.

Anteriormente, Leonardo se desempeñaba como ayudante de albañil pero, según contó, no le alcanzaba para vivir. Comenzó a militar en la agrupación Libres del Sur y desde allí lo acompañaron y ayudaron para que inicie su propio emprendimiento, recordó.

“Me pagaban muy poco y yo accedía porque necesitaba un trabajo. Pero ahora que me dedico a lo mío cubro mejor los gastos gracias a Dios. Estoy por comprarme nuevas herramientas y quiero terminar el secundario para seguir estudiando”, comentó Leonardo.

Desde que inició su emprendimiento, el joven ofrece su servicio a través de Facebook y lo llaman para hacer trabajos de jardinería desde distintos puntos del distrito: Luis Guillón, 9 de Abril e inclusive Canning. “Saben que tengo mi bicicleta y voy a dónde me llamen. Voy avanzando de a poquito”, contó Leonardo, que ofreció su teléfono para quienes quieran contratarlo: 1151489589.

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Leonardo Florez trabaja cortando pasto y haciendo podas en gran parte de Esteban Echeverría.

Leonardo Florez trabaja cortando pasto y haciendo podas en gran parte de Esteban Echeverría.

Antonella estampa desde remeras hasta tazas con el sueño de ser psicóloga

Antonella Espino tiene 25 años y es de Monte Grande. Hace algunos meses inició su emprendimiento “Made Ink”, donde hace trabajos personalizados, sublimación, impresiones y Grabado Laser en Madera.

“La idea surgió hace mucho tiempo, pero nunca me animé y mi situación económica tampoco me lo permitía. Antes de comenzar con este emprendimiento trabajaba en comercio, trabajaba muchas horas, y casi nunca tenía tiempo libre”, contó.

Cansada de la rutina y poniendo la mira en recibirse como Psicóloga, Antonella renunció a su trabajo y con sus ahorros compró una sublimadora. “Empecé haciendo tazas, haciéndome conocida gracias a mi mamá que tiene un negocio de barrio y muchos clientes. Sumé remeras y después gorras. Mi suegra me regaló una máquina de coser e hice almohadones y muñequitos de apego”, relató.

“Gracias a Dios este es mi sustento día a día, y me genera un ingreso favorable”, expresó Antonella que agregó: “Amo mi emprendimiento y con mucho amor y dedicación hago todos mis trabajos, sigo soñando y mi expectativa es seguir creciendo”. Sus trabajos pueden verse en su Instagram @ _madeink_, donde publica cada nuevo artículo que agrega entre sus labores.

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Antonella Espino hace algunos meses inició su emprendimiento “Made Ink”.

Antonella Espino hace algunos meses inició su emprendimiento “Made Ink”.

En Almirante Brown, padre e hija retiran ropa a domicilio y la devuelven lavada

Adriana Cecilia Rodiadis es una vecina de Glew que desde la pandemia se gana la vida lavando y planchando ropa desde su casa. “Me anuncio por Facebook y mi papá es el que hace los retiros y los envíos sin cargo. Yo lavo la ropa y él la lleva. Con eso sobreviví casi toda la pandemia”, contó.

La mujer recordó que empezó con su emprendimiento cuando estaba la cuarentena y no podía salir a trabajar. “Empecé cambiando ropa por mercadería. Después lavando zapatillas y luego ropa, siempre desde mi casa”, expresó. Actualmente, también lava acolchados y frazadas.

Según comentó, Adriana tiene el sueño de seguir creciendo con este negocio: “Tengo un local, muchos tachos y fuentones, pero tengo una sola máquina para lavar”, explicó, por lo que le gustaría adquirir más lavadoras que agilicen su trabajo.

“Lo demás lo lavo a mano, a pulso. En invierno me costó mucho, pero gracias a Dios con eso sobreviví”, destacó Adriana, que agradece que en el barrio de Villa Francia, en Glew, tiene mucha clientela que la contacta ya sea por teléfono: 1127368472 o a su Facebook: Cecilia Katerine.

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Adriana Cecilia Rodiadis se gana la vida lavando y planchando ropa desde su casa.

Adriana Cecilia Rodiadis se gana la vida lavando y planchando ropa desde su casa.

En Alejandro Korn, Carla le busca la vuelta con “accesorios extravagantes”

Carla Agustina Escobar es de Alejandro Korn, y se dedica a vender accesorios que considera “extravagantes y poco vistos”. “Empecé con esta idea porque ningún emprendimiento del área tenía el tipo de accesorios que yo estaba buscando: aros exagerados, gorros, gafas de modelos variados pero sin un precio tan elevado”, relató.

Si bien contó que la gente respondió bien a sus ofertas, no era lo que esperaba. “Dentro de todo cada vez más chicas se animan a usar lo que vendo y eso me gusta un montón. Y económicamente hablando, es una ayuda pero obviamente no puedo vivir de esto, lo hago más por mi gusto por las cosas que vendo”, afirmó.

Al respecto, Carla informó que vende sus productos a través de su Instagram: @dabrat_accesories, donde sus clientes le encargan productos difíciles de conseguir en la zona. “En este momento prefiero vender online, ya que es más cómodo y puedo conseguir clientes que no necesariamente sean de Korn”, explicó.

Por el momento, la venta de los accesorios extravagantes lo ve como un hobby y de cara al futuro, la joven emprendedora anticipó: “Me gustaría poder crear accesorios personalizados en algún futuro, con diseños propios o a pedido de los clientes”.

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Carla Agustina Escobar se dedica a vender accesorios extravagantes.

Carla Agustina Escobar se dedica a vender accesorios extravagantes.

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