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Bienvenidos los Petros de la vida

Por Ricardo Varela.

Pasó la CELAC en Buenos Aires y dejó una serie de perlitas. Algunas de cabotaje y otras que superan la mirada de la media.

Entre las primeras está, sin dudas, la desafortunada comparación del ministro Massa cuando sostuvo que Brasil y la Argentina debían cuidar a Uruguay “…como a todo hermano menor”. Mientras se declaraba el inicio de una negociación que puede ser histórica (la instauración de una moneda común en la región, como el EURO europeo), los títulos de los medios nacionales e internacionales terminaron haciendo foco en una discusión chiquita que desató la respuesta del mandatario uruguayo Lacalle Pou. Ni lerdo, ni perezoso, el oriental empujó a la red la pelota que picaba en el área chica: “a éste hermano menor no le va tan mal. Al menos no tenemos el 100% de inflación anual, ni más del 50% de nuestra población bajo la pobreza”. Por estos meses, Massa se juega su chance (¿última?) de ser candidato a presidente de la Nación. Cerca suyo apuestan a que “la pegue” y se convierta en el candidato oficialista. Pegarla sería algo así como lograr que la economía le ponga más plata en los bolsillos a los que no llegan a fin de mes producto de la inflación. Hasta aquí, la gestión Massa logró llevar paz social entre el empresariado local y el establishment internacional. Claro que ninguno de ellos compra en almacenes, ni busca promociones y segundas marcas. Estos son la gran mayoría de los electores de la Argentina. Un país que, si Sergio Massa quiere conducir, debe saber que no tolera más errores no forzados. El ¿dialéctico? en relación a Uruguay es un ejemplo a no repetir.

La segunda perla de la pos CELAC estuvo protagonizada por el ministro del Interior, Wado de Pedro, que señaló al presidente Fernández como “sin códigos” al no invitarlo a una bilateral sobre derechos humanos. Cerca del ministro señalan que fue un desplante planeado, “no puede ningunear la historia personal ni el compromiso de Wado en éste tema, es intolerable”, se quejan. Son los mismos que dicen “parece que Alberto quiere romper todo, que se tomó en serio que tiene chances de reelegir”. Desde la Quinta de Olivos se preocuparon por señalar que ni el flamante presidente de Brasil, Lula Da Silva ni el histórico Evo Morales se reunieron con Cristina Fernández en su paso por Buenos Aires. “Es una señal inequívoca y contundente de que no están casados con ella” dicen unos, “…no se pudieron congeniar sus agendas” dicen otros. Tal vez sea un “ni muy, muy; ni tan, tan” para ambos socios gobernantes.

Más allá del desencuentro con Lacalle Pou (siempre preocupado por diferenciarse del “populismo”) no hubo mucho discurso para destacar. Mientras Alberto Fernández afirmaba que la democracia estaba siendo hackeada en la región, haciendo eje en lo sucedido en Brasil (que puso a prueba la muñeca y el poder real de Lula a días de iniciar su nueva gestión), la revuelta en Perú y la persecución del poder judicial en la Argentina; las demás ponencias resultaron inocuas o voluntaristas.

Todas a excepción de la presentación del presidente colombiano Gustavo Petro. De raíz economista y considerado como el primer presidente de izquierda en su país, Petro compartió algunas precisiones y formuló otros desafíos a futuro que merecen un reconocimiento.

El mandatario se refirió a la crisis por la pandemia de covid-19 y aseguró, con estadísticas oficiales, que América Latina representa el 8% de la población mundial, y que murió el 30% del total por coronavirus. “Eso significa que no fuimos capaces de afrontar como región uno de los mayores desafíos contra la vida humana reciente. Nos dominaron. No nos integramos y no respondimos colectivamente”, aseguró. Además, cuestionó que aunque se habla mucho de la unión, los gobiernos de la región “hacen poco” para mantenerse trabajando juntos y exhortó a los presidentes presentes a que creen estrategias para mejorar la comunicación entre las naciones. “La crisis climática tiene el potencial de acabar con la especie humana en cuestión de apenas dos siglos”, aseguró Petro, quien dijo que si no se toman rápidas acciones al respecto, la vida humana “estará en riesgo”.

Bienvenido Petro. Bienvenidos “los Petros”. Los que no piensan en su metro cuadrado ni en la próxima elección, que miran sus naciones y sociedades dos siglos para adelante como lo hizo Sarmiento por estos lares. Que saben que mucho de lo que pase entonces se empieza a definir hoy. Y actúan hoy, en consecuencia.

Bienvenidos los que plantan árboles aunque nunca vayan a disfrutar de sus sombras.

Buena semana.

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