Cruz Roja Argentina es una asociación civil sin fines de lucro, humanitaria y de carácter voluntario, con presencia en todo el territorio argentino con 66 filiales. La filial de Esteban Echeverría se encuentra activa y al servicio de la comunidad desde hace 30 años. Realizan campañas de donación -que pueden ser tanto de recaudación económica como de sangre-, coberturas sanitarias en eventos masivos como festivales o recitales, cursos gratuitos de primeros auxilios, entre otras.
Cruz Roja mantiene su presencia en Esteban Echeverría con 30 años de servicio
La asociación civil tiene más de 60 sedes en todo el país. A nivel local, comenzó hace tres décadas y mantiene su compromiso con los vecinos.
Una de las bases fundamentales de Cruz Roja Esteban Echeverría para prestar servicio son los voluntariados. Tienen alrededor de 50 personas voluntarias que son completamente activas para todos los eventos y actividades, pero “siempre abrimos la convocatoria para todos aquellos que quieran acercarse”. “Lo más importante, es que no hace falta tener ningún estudio ni tener ningún conocimiento específico. Sólo ganas de ayudar”, expresó Andrea Barbei, coordinadora general de la filial de Cruz Roja en Esteban Echeverría, en dialogo con El Diario Sur.
La única restricción que se impone para ser parte del personal voluntario es ser mayor a 16 años. “Hay tareas posibles para todas las edades. Los más chicos, de 16 años, acompañan en las charlas que realizamos en las escuelas. Están los enfermeros, los que acompañan en las recuperaciones de los donantes, comunicación, organización y más. Hay un montón de cosas que se pueden hacer, teniendo -o no- algún conocimiento específico”, agregó.
Actualmente, Cruz Roja Esteban Echeverría trabaja junto al merendero Corazoncitos de Monte Grande. “Con ellos hacemos un proyecto llamado Medios de Vida, que consta en dos fases. Una fue entregarles mayor cantidad de alimentos para que en la semana tengan más días en los que funcione el merendero. Alimentaban a los vecinos de la comunidad sólo los sábados con un almuerzo y, con nuestra ayuda, ahora abren tres días más, en la semana”, explicó Andrea Barbei.
“La otra fase consta en la reinserción laboral para las familias de la comunidad. Estamos ofreciéndoles y haciendo cursos gratuitos de computación, herrería, costura y otro tipo de actividades para que incorporen nuevas herramientas y habilidades y, de esa manera, ir logrando de a poco a conseguir trabajo nuevamente”, detalló. “El Día del Niño fuimos con un montón de juegos y actividades recreativas para los chicos”, añadió.

