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La historia de tres hermanos desaparecidos en Esteban Echeverría: "Nos desarmaron la familia"

Los hermanos Dardo, Armando y Edgardo Torres, desaparecieron en 1976 por su actividad sindical en Esteban Echeverría. El testimonio de la hija de uno de ellos.

Los hermanos Dardo, Armando y Edgardo Torres, trabajadores de la química Mebomar de El Jagüel, Esteban Echeverría, e integrantes de la comisión interna de la fábrica, fueron detenidos ilegalmente junto a otros dos compañeros, Oscar Sarraille y Raúl Manrique, el 7 de diciembre de 1976. Verónica Torres, hija de Dardo, recuerda en diálogo con El Diario Sur: “Para nosotros fue muy duro, nos desarmaron la familia. Mi hermano y yo nos quedamos sin padre, y mi abuela se quedó sin sus tres hijos”.

Verónica Torres, hija de Dardo Torres desaparecido en 1976, recordó a su padre este 24 de marzo

"Ellos luchaban por que todos sus compañeros tengan barbijo, todos los materiales que necesitaban para trabajar. Trabajaban con ácido, todos materiales peligrosos", cuenta Torres. "Hubo un par de heridos y una muerte que fue lo que más los marcó de un compañero que se cayó en un cono de ácido. Ahí toman la decisión de armar la comisión interna tratando de luchar por mejores condiciones de trabajo", rememora.

“Ese día entran y rompen todo, revuelven todo, sacan a mí papá y lo tiran en el patio. Empiezan a revolver todo, buscaban armas, libros. Acá no había nada”, relata Verónica. “Le dijeron a mi mama que en una hora se lo traían. Fue en diciembre del ´76 y nunca más volvió”, agrega.

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Dardo, Armando y Edgardo Torres desaparecieron en diciembre de 1976 en Esteban Echeverría.

Dardo, Armando y Edgardo Torres desaparecieron en diciembre de 1976 en Esteban Echeverría.

Una vez que los militares secuestraron tanto a Dardo como a sus dos hermanos, sus familias los buscaron por todas partes ante la indiferencia y el desprecio de las autoridades del gobierno de facto. “Se burlaban de mi mamá y de mis tías, les decían que eran esposas de subversivos, que se habían ido con otras mujeres”, afirma Verónica Torres. Fueron por ministerios, comisarías, hospitales, presentaron hábeas corpus y en todos los casos la respuesta fue negativa.

"Cuando era adolescente estaba enojada con mi papá por haber preferido estar con sus compañeros antes que haberse quedado con nosotros. De grande entendí cuando tuve a mi primera hija y tuve que agachar la cabeza e ir a trabajar por nada. Ahí entendí la lucha de mi papá para que estuviéramos mejor", subraya la mujer, que hoy tiene 51 años.

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Recién 33 años después Verónica supo qué había pasado con su papá. “Entre el 23 y el 24 de diciembre de 1976 simulan un enfrentamiento en Banfield sacan a 9 personas, las llevan y las bajan de un camión y les dicen que corran. El que corría primero lo tiroteaban, los mataban. Después los juntan y los entierran en una tumba NN en el cementerio de Lomas”, describe la mujer.

Ese día de 2009 dos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense le confirmaron a Verónica que habían hallado los restos de sus padres y sus tíos. “Fue un golpe muy duro, para mi mamá y mis tías ese día murieron ellos, aunque ya habían muerto hace muchos años. De mi papá solo se encontraron once huesitos”, cuenta emocionada Torres.

“Cada año hay que reclamar que nunca más vuelva a pasar algo así, algo como lo que le pasó a mi familia, nos cambió la vida a todos. Teníamos una familia hermosa y un 24 de marzo nos cambió la vida por completo”, concluye Verónica.

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