“Nosotros estamos desde que Alem estaba empedrada y llena de árboles”, contó a El Diario Sur Carlos Pablo Bursztyn, quien tiene 79 años y es el actual dueño de “Popey”, un icónico bazar ubicado en el centro de Monte Grande que fue fundado en 1948 por sus padres, José y Rosa.
El bazar Popey llegó a los 75 años en Monte Grande: uno de los comercios más queridos por la gente
El negocio, un clásico de la calle Alem de Monte Grande, está a cargo de Pablo Bursztyn, quien tiene 79 años y es hijo de los dos fundadores.
Según rememoró Pablo, sus padres eran inmigrantes de Polonia y llegaron a Adrogué, en Almirante Brown. Más adelante decidieron poner su propio comercio y, para eso, eligieron la localidad de Monte Grande, en Esteban Echeverría. “Fue bazar como podía haber sido cualquier otra cosa. Lo que ellos querían era buscar una forma de vivir”, aseguró el vecino. Cabe destacar que el dueño del terreno donde actualmente se ubica el bazar fue Pedro Cervetti.
“En un principio se llamó ‘El Obrero’, pero después se hizo una reforma y también vendíamos juguetes, así que pasó a llamarse ‘Popey’ porque querían un personaje infantil”, explicó Carlos Pablo, más conocido como “Pablito” entre los vecinos de la zona.
Hasta el año 1966, Pablo trabajaba en una cooperativa de crédito: “Cuando fue el golpe de Estado, estos lugares prácticamente empezaron a desaparecer”. En ese contexto, decidió comenzar a trabajar con sus papás. “Me gustó desde un principio, y todavía me encanta lo que hago”, sostuvo.
Tras el fallecimiento de sus padres, Pablo quedó a cargo del local, el cual sacó adelante con ayuda de su mujer. “Acá vino a comprar una madre cuando se casaba su hija, y después vino esa hija con su propia hija, y después la hija de la hija con la nieta”, destacó entre risas. Y agregó: “Cuando dicen ‘Popey’ todo el mundo ya sabe dónde está”.
“Mi mamá murió hace 12 años y todavía hay gente que viene acá y me dice que se acuerda de ella en la caja. Era muy querida, mi papá igual”, aseguró a El Diario Sur Pablo.
“Aparte del surtido, también tenemos buen precio y muy buena atención. Con uno de los vendedores trabajo hace más de 30 años y con el otro hace aproximadamente 5. Ambos son excelentes”, subrayó el vecino acerca de la actualidad del bazar.
En cuanto a su vida en la ciudad de Monte Grande, expresó que no lo sacan de esta localidad “ni a empujones”: “Hice toda mi vida acá y no me iría a ningún otro lado a vivir. Es el mejor lugar, incluso con sus cosas buenas y cosas malas”.
Los bazares a través de la historia y la época del “Todo por 2 pesos”
Según describió a El Diario Sur el actual dueño del bazar “Popey”,Carlos Pablo Bursztyn, lo que diferencia a su comercio de otros de la misma índole es que posee diferentes marcas. “Tenemos varias líneas de acero, plástico, cerámica, porcelana y todo tipo de copas, de cristal, de vino y vidrio”, explicó Pablo.
“Este es un bazar clásico, como eran los de antes. El otro tipo de bazar que hay ahora es otra cosa porque venden relojes, cuadros, almohadones y otras cosas, pero suelen trabajar una sola marca”, remarcó.
En ese marco, recordó: “Normalmente, hace aproximadamente 50 años atrás, había un bazar por estación de ferrocarril. Después vino la época de la importación de la mayoría de los bazares y empezó el fenómeno del ‘todo por dos pesos’, pero nosotros continuamos con nuestra clientela de siempre”.
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