Entre la crisis y los cambios de hábitos de consumo: el año más duro para las carnicerías
En el marco de un declive que lleva varios años, el consumo de carne en 2024 será el más bajo de los últimos 30 años.
Aunque la caída en las ventas de carne ya lleva varios años, se profundizó en el último con un 11,2% de descenso acumulado en el período que va desde enero hasta octubre de este año. En ese marco, El Diario Sur dialogó con carniceros de la región con el objetivo de conocer de primera mano la situación en ese tipo de comercios.
“Se nota la baja del consumo en las ventas, la gente mira más que cortes va a llevar. Son aquellos que se pueden aprovechar para hacer varias comidas en el día para tratar de amortiguar los gastos de la semana y poder hacerse un asadito los fines de semana”, retrató Isabel, quien es propietaria de la carnicería “Isa”, ubicada en la calle Evita al 800 de El Jagüel.
En el mismo sentido, se expresó Luciano del frigorífico “El Gaucho” de Monte Grande que aseguró que la venta “es de las peores de los últimos años”, aunque destacó que la carne vacuna es uno de los productos que menos aumentó durante el 2024: un 33% según estimaciones de la CICCRA, por lo que eso ha permitido sostener el consumo en niveles aceptables.
“Nosotros nos mantenemos por la mercadería que trabajamos, la calidad y el precio, pero está bravo sostenerse, está difícil como todo, pero aun así trabajamos”, señaló Luciano.
En ese contexto, se ve como gradualmente los vecinos optan por cortes más económicos como es el caso del osobuco u otros similares. “Lo que más salen son las carnazas porque la gente hace guisitos con estofado. Después están los cortes de milanesas porque rinden, casi siempre acompañan las milanesas con algo y hacen dos comidas”, comentó a su vez, Isabel.
Asimismo, el informe mencionado indica que los altos precios que alcanzó la carne en los últimos años hicieron que los argentinos optaran por reemplazarla por otro tipo de proteínas como pollo o cerdo, que tienen un precio menor, aunque durante este año han experimentado un incremento en los precios muy superior, que alcanza un 176 y 173% respectivamente.
“La gente busca ese tipo de carne, que es mucho más económica. En un momento el cerdo estaba muy pero muy barato y todos lo pedían ahora en este momento ya no hay tanta diferencia con la carne vacuna, aunque sí sigue habiendo más distancia en el caso del pollo”, señaló, a su vez, Isabel, que se encuentra en el rubro de las carnicerías desde hace 16 años.
“La gente nunca va a dejar de consumir carne”
Uno de los cambios de hábito en cuanto a consumo de carne es el surgimiento del veganismo y del vegetarianismo, que también podría influir en lo que tiene que ver con la disminución de la carne vacuna. Isabel, la carnicera de El Jagüel fue escéptica en ese sentido y no lo considera como algo a tener en cuenta para el análisis.
“Los argentinos son de la carne, no van a dejar de consumirla nunca, podrán medirse durante un tiempo, pero no creo que nunca pase. No van a dejar el asadito”, señaló Ia mujer sobre el tema.
Por su parte, Sergio Brito, nutricionista y director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA) indicó en diálogo con Clarín que “no hay ningún dato que nos permita avalar que la gente decida hacer algún cambio en su consumo de carnes en función de criterios de salud”.
"Bajo todo punto de vista el consumo de carnes en Argentina es extravagantemente alto en Argentina, incluso en sectores de bajos ingresos en donde también hay exceso (nunca déficit) en sus consumos”, agregó.
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