El último domingo un vecino de Monte Grande de 71 años cumplió el sueño de correr su primera maratón. Su nombre es Carlos Lamas y logró completar la maratón de Buenos Aires, de 42 kilómetros.
Un vecino de Monte Grande de 71 años cumplió el sueño de correr 42 kilómetros gracias a sus amigas
Carlos entrena desde hace varios años en Campo Amat, Monte Grande. Tuvo su propia verdulería, superó el cáncer y se quebró el tobillo. Nada lo pudo parar.
Carlos entrena desde el 2010 en Campo Amat y allí hizo conoció a un grupo de amigas runners con el que ahora son como una familia. Ellas tuvieron la iniciativa de regalarle la costosa inscripción a la maratón porteña. "Sin ellas no podría haberlo logrado, a la mitad más o menos me agarró un calambre y ellas me ayudaron, corrieron conmigo y se emocionaron mucho cuando llegué", contó en diálogo con El Diario Sur el vecino que es jubilado y cobra la mínima.
"Tenía que llegar antes de las 13:30 horas porque sino no me iban a dar la medalla, y yo la quería. Al final llegué a las 13:29, como para decir que me sobró el tiempo", comentó Carlos entre risas. Y agregó: "Cuando llegué fue toda una fiesta, es algo que hay que vivir, no puedo expresar con palabras".
Acerca de cómo fue que empezó a correr, el vecino explicó: "Tuve cáncer y por eso dejé de jugar a la pelota, después me quebré el tobillo y estuve bastante tiempo para recuperarme, incluso si mirás mis piernas te das cuenta de que una está más flaca que la otra. Pero bueno, me mandé igual, corrí muchas carreras pero yo soñaba con correr una maratón". Actualmente, entrena casi todos los días de la semana en el Campo Amat de Monte Grande, alrededor de las 7 de la mañana.
Sobre su historia, Carlos contó que trabajó en una empresa pero fue despedido en los años '90. Fue en ese momento que decidió abrir su propia verdulería llamada "Los Mellizos", que funcionó durante 28 años en el centro de Monte Grande. Hoy en día, ya jubilado, vive con su señora y tiene tres hijos y tres nietos.
"Ahora voy a tener buscar otro sueño, porque siempre hay que ir para adelante. La verdad que fue todo muy emocionante y me motivó mucho. Ahora quiero hacer un entrenamiento más de velocidad, pero esta semana me dijeron que tengo que descansar", concluyó Carlos.
Las palabras de su familia y compañeras
"Yo empecé a correr en 2017, en ese momento no corría ni siquiera el colectivo. Lo veía correr a Carlos pero no le prestaba mucha atención, aunque de a poco se fue acercando y me inspiró a seguir, nos empezamos a ver todas las mañanas", contó a El Diario Sur Laura Dozo, quien tiene 54 años y también es vecina de Monte Grande.
Y continuó: "Nos empezó a unir a todas las que corríamos en el lugar, formó un grupo re lindo y ahora nos juntamos hasta para los cumpleaños, somos como una familia".
Sobre la decisión de regalarle la inscripción a la maratón de Buenos Aires, detalló: "Fue difícil porque, por un lado, sabíamos que con su espíritu y su fuerza iba a llegar, pero no queríamos que hiciera un esfuerzo físico que terminara lastimándolo. Cuando lo vi cruzar la línea de meta fue muy emocionante, no lo puedo explicar con palabras. Él es un ejemplo para todas nosotras, logró su sueño".
María del Carmen Rodríguez también entrena junto a Carlos y expresó: "Yo fui una de sus acompañantes en los dos últimos kilómetros de la maratón. Fue emocionante el aliento de la gente, el pensar que él llegó a cumplir su sueño. Desde el primer momento se animó a soñar y logró cumplirlo".
Por su parte, Gabriela, sobrina de Carlos, también corrió junto a él ese domingo y habló con El Diario Sur. "Mi plan era acompañarlo un par de kilómetros al inicio ya que no había preparado la carrera y terminamos haciendo los 42 kilómetros", recordó.
"Él es un gran ejemplo para todos de perseverancia, tenacidad y compromiso. Tiene todas las características de un gran líder, siempre apoyando a todos incluso bajando sus exigencias para acompañar al otro. Nunca te deja solo, aun si eso implica dejar de correr para caminar a tu lado, es un motivador por excelencia", expresó.
Natalia Balado también dialogó con El Diario Sur sobre Carlos: "Empecé a trotar en Amat hasta que un día él se acercó a mi, corrimos juntos un rato y me dijo que tenía buen ritmo, que estaba lista para inscribirme a una carrera. Me entusiasmé porque era algo que a mi me gustó siempre y nunca me había animado".
"Nos empezamos a encontrar para correr más veces y me terminó convenciendo de ir a mi primera carrera, en Puerto Madero, ahí empezamos una amistad muy linda, él siempre tuvo ese espíritu de acompañar a la gente que quería iniciarse en el deporte, empezó a armar un grupo muy lindo", concluyó la vecina.
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