El Campito Refugio de Monte Grande lanzó una fuerte campaña para dar con la familia de “Rosaura”, una perra ovejera alemana que apareció desorientada y en peligro en la zona luego de la explosión en el Polo Industrial de Spegazzini, en Ezeiza. Desde entonces, los voluntarios trabajan para identificar a sus dueños y lograr el reencuentro.
Monte Grande: El Campito Refugio busca a la familia de una perra que se escapó tras la explosión en Ezeiza
Desde el refugio de Monte Grande la llamaron "Rosaura". Es una ovejera alemana de 11 años y la encontraron luego de la explosión en Spegazzini.
Según contó a El Diario Sur el presidente del refugio, Sergio Moragues, la perra fue vista corriendo desesperada por la ruta, muy cerca del lugar de la explosión. “Apareció el mismo día del incidente, se escuchaban las detonaciones hasta acá. Venía cruzando la ruta y uno de nuestros empleados la resguardó porque corría mucho riesgo de ser atropellada”, relató.
Moragues explicó que desde el primer momento notaron que Rosaura estaba ansiosa y buscaba a su familia. “Estaba desesperada, no lograba calmarse. Al otro día ya la publicamos para encontrar a sus dueños, pero todavía no hemos tenido suerte”, lamentó.
Una pista clave: su tatuaje y su criadero
Rosaura es una ovejera alemana pura y cuenta con un tatuaje identificatorio. Gracias a ese dato, el refugio pudo contactarse con el Club del Ovejero Alemán y dar con el criadero donde nació. Sin embargo, la información obtenida no alcanzó para localizar a su familia actual.
“Nos dijeron que se la habían entregado a un señor que falleció hace unos años. Lo único que sabemos es que habría vivido en la zona de quintas, en las casas grandes de Monte Grande”, explicó Moragues. Y agregó que, por su comportamiento, es evidente que fue muy sociabilizada y criada en un entorno familiar. “Es súper amorosa, le encanta estar con la gente. Alguien la tiene que conocer”.
Como todo animal que ingresa al refugio, Rosaura pasó por un período de aislamiento sanitario preventivo. “Entre eso, los paseos y tratar de bajar su ansiedad, no lleva muchos días acá. Pero todavía está en ese chip de ‘los voy a encontrar’, lo que es típico en perros perdidos”, dijo Moragues.
En los últimos días empezó a relajarse y a vincularse más con los cuidadores. “Hoy estuve con ella tirados en el pasto; se me tiró encima, me dio un montón de besos. Es un amor”, contó el director del refugio.
Cómo ayudar a encontrar a su familia
Desde El Campito Refugio piden difusión para lograr que Rosaura vuelva con sus dueños. Quienes crean reconocerla pueden comunicarse por mensajes a las redes sociales del lugar o escribir a [email protected].
Moragues aclaró que cuentan con datos de identificación y que el proceso será cuidadoso: “No es para que venga cualquiera a llevarse un perro. Si aparecen, haremos todas las verificaciones, pero sobre todo ella nos va a indicar quién es su familia”. Mientras tanto, en el refugio mantienen la esperanza intacta: “No puede ser que nadie la conozca. Ojalá que alguien la vea y podamos reunirla con los suyos”.



