El vóley masculino del Club Atlético Monte Grande atraviesa un momento decisivo: el próximo 13 de diciembre las categorías Sub 15, Sub 16 y Sub 18 disputarán una jornada clave que podría sellar el ascenso de la institución desde la tira C hacia la B de la Federación Metropolitana, algo que, según contaron a este medio, nunca ocurrió en Esteban Echeverría.
El vóley del Club Atlético Monte Grande, ante un posible ascenso histórico a la B Metropolitana
El Club podría lograr su segundo ascenso consecutivo y convertirse en el primero de Esteban Echeverría en competir en la categoría B.
El logro sería doble, porque llegaría después del ascenso conseguido el año pasado. A diferencia de otros deportes, en inferiores de vóley el ascenso se define por la suma de puntos de todas las categorías, desde Sub 13 hasta Sub 21.
“Hoy estamos en la segunda ubicación, a cuatro puntos del tercero. Con ganar dos categorías ya ascendemos matemáticamente”, explicó Lucas Méndez, entrenador y coordinador deportivo del área.
Los chicos del Sub 15, Sub 16 y Sub 18 serán protagonistas centrales de la jornada. Muchos de ellos ya llegan con ventaja deportiva:
“La ida la ganamos 3-0 en su cancha”, contó uno de los jugadores del Sub 18, con confianza pero prudencia. El Sub 15 también ganó en la ida a Cañuelas por 2-0.
Si se confirma el ascenso, Monte Grande podrá competir con instituciones como Lanús y Banfield, un salto histórico para la zona.
El 13 de diciembre será una verdadera fiesta del vóley local: una jornada en la que, entre la ansiedad y la ilusión, el Atlético Monte Grande puede escribir una de las páginas más importantes de su historia deportiva.
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La mirada de los jugadores
Los juveniles viven la previa con intensidad. “No voy a decir que es un partido fácil, porque fácil no hay ninguno, pero es ganable. Estamos entrenando un montón”, expresó uno de los jugadores del Sub 15.
En Sub 16 la expectativa es igual de fuerte: “Para mí el equipo mejoró muchísimo. Creo que en nuestro partido vamos a ascender”, dijo otro de los protagonistas. La ansiedad ya se siente en la previa: “Me pone nervioso, quiero que llegue ese día para festejar con toda la emoción”.
El entrenador también señaló el efecto contagio en los más chicos: “Sub 14 no había ganado casi ningún partido. Viendo que los mayores se comprometieron más, empezaron a entrenar con ellos y desde septiembre ganaron casi todo. Nos salvaron”.


