Este lunes, en el microestadio de básquet del Club Tristán Suárez, un supuesto grupo de barrabravas agredieron a los jugadores de Gliptodontes de Spegazzini, en la previa al partido de vuelta de la semifinal de la Liga Conferencia Sur entre el club de Spegazzini y Claypole.
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El hecho ocurrió este lunes en la cancha de Tristán Suárez en el partido entre Gliptodontes de Spegazzini y Claypole. Acusan a la "barra" visitante.
En diálogo con El Diario Sur, desde el equipo de Spegazzini atribuyeron "la barbarie" a la intervención de supuestos "barras" de Claypole, luego de un conflicto en la cancha.
Zulema Ruiz, una simpatizante de Giptodontes (@los_gliptodontes), quien también es activista del básquet callejero, comentó ante El Diario Sur: “Se esperaba una jornada de fiesta en familia y terminamos viviendo un momento horrible. Jamás en mi vida temí tanto por mi vida y por los que estaban al rededor mío”, manifestó.
Zulema fue testigo de lo ocurrido. “Los equipos estaban haciendo la entrada en calor cuando entraron 50 personas de la barrabrava de Claypole, que ni siquiera son del básquet, son del equipo de fútbol”, dijo y agregó: “Se pararon en medio de la hinchada al lado de donde estaban los jugadores de Gliptodontes y los empezaron a rodear. Primero se peleaban entre ellos y después empezaron a agredir a los jugadores y ahí se desmadró todo. Un jugador de 20 años tuvo que ser hospitalizado”.
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El momento que se vivió fue de mucha tensión y afectó a las familias de ambos equipos, al de Spegazzini y al de Claypole. “Hasta las familias de Claypole salieron desesperadas porque nadie sabía qué hacer. Estábamos todos en estado de shock sin saber qué podía llegar a pasar”.
En el marco de los momentos de tensión, la Policía de Ezeiza intervino luego de algunos minutos y se pudo calmar la situación. El partido fue suspendido.
Néstor González es uno de los jugadores de Los Gliptodontes y en diálogo con El Diario Sur, detalló como lo vivieron desde adentro. “Nosotros estábamos entrando en calor y nos empezaron a empujar. Uno de nuestros jugadores respondió y ahí empezó todo. Yo intenté separar y le decía a la gente de Claypole que se vayan para la tribuna, pero nos arrinconaron contra el vestuario y ahí nos golpearon. Hay cuatro o cinco jugadores nuestros que terminaron muy lastimados”, expresó.
Además, apuntó contra los jugadores y allegados de Claypole: “Nadie de ellos hizo nada por parar ese quilombo. Ni los jugadores, ni la familia, ni los encargados del club. Se lavaron las manos y nos dejaron solo. Hasta cuando se fueron nos pidieron que les devolvamos la plata de las entradas”.