El Municipio de Ezeiza articula un programa para dar en adopción a caballos rescatados
Tiene el objetivo de buscar familias para animales que fueron maltratados y quedaron abandonados. Están alojados en un refugio especial esperando su adopción en Ezeiza.
El proceso de adopción es similar al que se hace con perros, gatos o cualquier otra mascota rescatada, con las diferencias lógicas de espacio y cuidados extra que requiere un animal que supera los 500 kilos. En ese marco, los interesados deben firmar un convenio por el que se comprometen a evitar que los caballos sean comercializados o utilizados para tareas en las que estén sometidos a maltrato.
Por otro lado, desde la comuna exigen que los adoptantes den cuenta de que poseen los recursos necesarios para poder cuidar de un caballo, de modo que tengan un predio con espacio suficiente para que se mueva el animal y la capacidad de poder darle los alimentos que consumen a diario, entre otros cuidados. Quienes estén interesados tendrán que comunicarse al WhatsApp 11-6102-0988, a través del cual podrán acceder al programa.
En el caso de los alimentos, los especialistas estiman que los caballos deben comer por día entre un 2 y un 2,5% de su peso corporal, un promedio de 10 kilos cada 24 horas. Una dieta equilibrada para los equinos, que son herbívoros, incluye además pasto, alfalfa, paja y heno, que le brindan los hidratos de carbono necesario para su cuerpo. También deben tener acceso permanente a agua potable.
En tanto, los potrillos deben vivir en un espacio seguro que esté delimitado adecuadamente con alambres u otros instrumentos similares. Todo esto a fin de evitar que los caballos se escapen o sean víctimas de un robo, que en muchos casos termina en la utilización de estos animales para su utilización como tracción a sangre o incluso para la venta de carne equina, que está prohibida en Argentina, pero sí es comestible en otros lugares del mundo.
Al mismo tiempo se deben tener en cuenta otros cuidados básicos especialmente destinados a los caballos como la protección de sus cascos (parte córnea más externa del pie, cuya función es proteger partes internas de la pata), atención veterinaria especializada, aseo diario y un espacio para que el animal pueda hacer ejercicio físico regular.
“El Campo del Horror”, un hallazgo que concientizó sobre el cuidado de los caballos en Ezeiza
En agosto de 2019, rescatistas, fundaciones y efectivos de la Policía Bonaerense hallaron en las afueras de Tristán Suárez, en lo que se denominó “el campo del horror”, un total de 420 caballos abandonados, desnutridos y al borde de la muerte. De hecho, en el lugar ya había 25 equinos fallecidos al momento en el que se inició el operativo.
Diferentes ONG habían intentado salvar a los animales desde hace mucho tiempo, dado que ingresaban al campo para atenderlos con veterinarios, pero los dueños del lugar no solo habrían rechazado su colaboración, sino que también les solicitado que se retiren.
Una vez que este caso se dio a conocer, la fiscal María Eugenia Garrido, integrante de la UFI N°1 descentralizada de Ezeiza, ordenó allanar al establecimiento en el que encontraron a los animales en mal estado de salud.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) determinó luego que el predio no tenía habilitación sanitaria para el alojamiento y cría de animales.
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