Los centros de estudiantes de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) convocaron a una asamblea este martes en la que votaron por mayoría la toma de la institución por 24 horas con clases públicas. Militantes y estudiantes, en diálogo con El Diario Sur, compartieron su opinión sobre la medida.
Dulcinea Rossetto, presidenta de la Federación Universitaria de Lanús (FUNLA), contó: “La asamblea de ayer tuvo mucha convocatoria, hubo más de 500 estudiantes participando y se pudo generar una lista de más de 50 oradores”. La joven explicó que hubo diferentes mociones y que se aprobó por mayoría la toma por 24 horas con continuidad de las clases y con acciones para visibilizar el conflicto. Además harán una nueva asamblea el próximo viernes.
En el marco de lo que implica la toma, Rossetto explicó: “Más de 130 estudiantes pasamos la noche acá adentro del edificio central José Hernández. El Gobierno Nacional quiere instalar el miedo frente a una comunidad estudiantil organizada que está luchando”.
Por su parte, Lucía Barrios, estudiante de Audiovisión y militante en el Frente de Estudiantes de Izquierda, dijo: “La asamblea de ayer fue histórica, fue emocionante ver a más de 500 estudiantes queriendo organizarse y votar un plan de lucha”. Además explicó que llevarán a cabo un cacerolazo en la calle Malabia para darle visibilidad al conflicto en el barrio.
La toma comenzó el martes a la noche y continuará hasta la noche del miércoles. “Ayer nos quedamos durmiendo acá, armando comisiones, hicimos una olla para todos”, contó Barrios y luego sumó: “Milei con el veto lo que hizo fue despertar a un gigante dormido que era el movimiento estudiantil”.
Opiniones de estudiantes y trabajadores
Entre los estudiantes que no forman parte de la toma hay opiniones diversas respecto del conflicto y la medida en la universidad. Luis, estudiante de la Licenciatura en Música y Cámara Sinfónica, opinó: “Cada quien tiene su manera de expresarse y esta es una , pero no me parece que sea la correcta”.
Por su parte, Melina, trabajadora no docente en la UNLa consideró: “Si la toma es lo que decide la mayoría está bien. Lo que está en juego es el rol de la educación pública y el acceso”. Además añadió que es necesario aclarar algunos “mitos”: “No es cierto que las universidades no rinden sus recursos, son auditadas permanentemente”.
Maria Gabriela Martínez, estudiante en un taller para adultos mayores, expresó: “Yo estuve en la marcha de los jubilados. Pienso que hay que luchar porque no se pueden dejar las cosas así. El granito de cada uno vale”.
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