La urbanización de la Zona Sur del Conurbano avanzó a pasos agigantados en las últimas décadas, prácticamente al ritmo del aumento de la población. Cada vez se ven más edificios en zonas donde años antes había casas de familia. Es ahí cuando la necesidad de una mayor infraestructura choca con la pérdida de la identidad de muchos barrios.
Zona Sur: el debate entre la necesidad de mayor urbanización y la pérdida de identidad barrial
En ciudades como Lomas de Zamora y Banfield, la construcción de edificios atenta contra el patrimonio histórico, la esencia de los barrios y la estabilidad de los servicios.
Un gran ejemplo de esta situación se da en Banfield, una de las ciudades más antiguas de la región. Los vecinos de la zona oeste alzaron la voz contra la construcción masiva de edificios de los últimos 15 años que no parece estar cerca de detenerse. “No a los edificios, no al asfalto, sí a la identidad de barrio”, se podía leer en muchos carteles colocados por la zona.
¿Qué tiene que ver el asfalto? A lo que se refieren los banfileños es a las calles empedradas, cuyos adoquines fueron colocados hace más de 100 años. Ante el avance de la peatonalización, los vecinos se opusieron a hacer cambios en las calles. Sin embargo, la máxima preocupación pasa por lo dicho anteriormente: la construcción de edificios.
Luis Letizia, miembro de la Junta de Estudios Históricos Ambientales del partido de Lomas de Zamora, puede dar una mirada tanto como arquitecto como historiador. Él mismo presenció todos los reclamos que se hicieron durante años para no perder patrimonio histórico ni modificar esa identidad barrial.
“En los años 2000 quisieron empezar la edificación en altura en Banfield sobre las avenidas. Desde esa época hay una ordenanza que autoriza la construcción de edificios sin plano límite en las ‘bandas de circulación’, que eran algunas calles principales. El tema es que empezó a haber edificios en altura en calles que por ahí no son tan avenidas”, relató Luis a El Diario Sur.
Y no tardó en ejemplificar: “En Valentín Vergara, justo frente a la estación terminal, demolieron en 2011 Les Bruyeres (una de las casonas más antiguas de Banfield) y pusieron varios edificios. Es la manzana de más altura que tiene Banfield. En la calle Sáenz entre Hipólito Yrigoyen y Acevedo, que tampoco es una avenida, vas a ver dos torres una en frente de otra”.
Letizia señala puntualmente la cantidad de obras que se hicieron en el último tiempo para poder darle mejor servicio a esa gran cantidad de inquilinos de edificios que vivirán donde antes había, quizás, sólo una familia. “Todas las obras que han hecho ahora de golpe, rompiendo todo y haciendo refuerzo de redes cloacales y tendido eléctrico, tienen que ver con el aumento de construcciones en altura. Va a ser necesario ver qué impacto tienen después, eso no lo miden”, observó preocupado el arquitecto.
En la misma sintonía, señaló el peligro de hacer tantas intervenciones sobre el asfalto para construir los últimos pasos bajo nivel: “Va a ser un enjambre de entradas, salidas y movimientos de transporte, y eso no está medido tampoco. En la estación de Temperley, por ejemplo, los vecinos protestaron porque el nuevo túnel les mata el comercio”.
Si bien reconoció que las ciudades de Zona Sur “están destinadas a crecer para arriba”, Luis remarcó que “no hay que perder de vista la identidad y lo arquitectónico”.
Una mansión histórica pasó a ser el edificio más alto
En la calle Vergara 1357, en un terreno de casi 4000 metros cuadrados, se encontraba la casona “Les Bruyeres”. Había sido construida a fines del siglo XIX por el francés Adolfo de Jaer, Estaba rodeada por un frondoso parque y había sido sede de reuniones, fiestas, bailes y hasta orquestas.
Lamentablemente, con los años cayó en el abandono, se fue deteriorando y a principios de la década de 2010 fue demolida. Allí se construyeron dos lujosas torres de 15 y 17 pisos, que llevan el nombre de la actual residencia: “Les Bruyeres Towers & Spa”.