Marcelo Bravo tenía 20 años cuando el resultado de un electrocardiograma en la previa de una pretemporada con Vélez frenó todos sus proyectos. Rápidamente encontró la forma de seguir ligado al fútbol y al Fortín como entrenador, y después de haber pasado como DT por todas las juveniles tuvo su premio tan ansiado: dirigir la Primera División de la “V” Azulada.
Marcelo Bravo, vecino de Lomas: era una promesa en Vélez, tuvo que dejar y ahora tiene revancha como DT
El vecino de Lomas Marcelo Bravo debió cortar su carrera a los 20 años. Actualmente entrena a la reserva de Vélez y cumplió el sueño de dirigir a la Primera.
El pasado 5 de marzo, el vecino de Lomas de Zamora junto a su ayudante Hernán Manrique se hicieron cargo del plantel de Vélez de manera interino tras la salida de Alexander Medina. El objetivo era claro: dejar al conjunto velezano bien parado y así fue con un triunfo épico sobre Talleres en Córdoba.
“Sabía que era una responsabilidad y que no era nada sencillo, sobre todo por cómo estaba Vélez, que hacía un montón de tiempo que no ganaba de visitante”, contó Marcelo en diálogo con El Diario Sur, al tiempo que también aseguró que se “sacó una mochila enorme” de encima.
El actual entrenador de la Reserva puntera de Vélez tomó las riendas del equipo a sus 38 años, pero antes hizo todo el proceso como cuando fue futbolista: primero pasó por el baby futbol, luego a las divisiones infantojuveniles, juveniles, Reserva y hasta que tocó el cielo con las manos con la Primera División.
“La verdad es que empecé desde cero como cuando era un nene de 5 años, pero esta vez como técnico y a medida que fueron pasando los años empecé a disfrutarlo y comenzó a gustarme, hasta el día de hoy que ya pude dirigir en primera y que estamos haciendo un gran trabajo en la Reserva”, contó el “Indio” a la vez que reconoció que al principio le costó agarrarle el “gustito” a dirigir, pero Miguel Ángel Russo lo convenció.
Sin embargo, detrás del profesionalismo y la perseverancia para reponerse a no poder jugar más al fútbol por la miocardiopatía que le diagnosticaron y a la vez reinventarse, para Marcelo siempre existió un “cable a tierra”: su barrio. “La verdad que Lomas es el lugar donde nací, me crie y donde mis viejos tienen su casa. Siempre me gustó mi barrio y creo que es el lugar donde me siento cómodo para desconectarme”, completó.
Su salud lo obligó a parar la pelota de sus sueños
Marcelo Bravo era una de las grandes promesas de la Selección Argentina Sub 20 y venía de ser campeón con Vélez siendo la figura cuando un problema cardíaco le cortó la carrera. “Me terminaron indicando que tenía una miocardiopatía hipertrófica”, recordó y continuó: “En la cabeza de un chico de 20 años fue muy difícil porque era lo que soñé toda mi vida. Por eso, que de un día para el otro te digan que no podés jugar más al futbol fue muy duro y me apoyé mucho en mi familia hasta que me largué como entrenador”, expresó.
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