La Diócesis de Lomas de Zamora se encuentra de luto por la partida del presbítero Mirko Grbec, histórico párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Itatí de Banfield. Falleció este lunes tras permanecer varios días internados producto de padecer desde hace mucho tiempo un avanzado cáncer. Tenía 85 años y llevaba más de 56 de servicio entre varias parroquias de la región.
Lomas: dolor por la muerte del padre Mirko, que llevaba 56 años de servicio a la Iglesia
Mirko Grbec falleció a los 85 años y fue el primer párroco de Nuestra Señora de Itati en Banfield, además de ser declarado ciudadano ilustre de Lomas de Zamora.
La noticia fue dada a conocer por el sitio oficial Eclesia, desde donde revelaron que el pasado 10 de julio el padre Mirko había cumplido sus 85 años y a través de una entrevista había explicado que su vocación inició en la parroquia San José de Pompeo. Posteriormente, en 1966 el presbítero fue ordenado como sacerdote en la catedral Nuestra Señora de la Paz y a partir de ese momento clave en su vida jamás se alejó del amparo de Dios.
Con el correr de los años, Mirko Grbec se convirtió en el primer párroco de Nuestra Señora de Itatí de Banfield, lugar al que regresó en 2013 para volver a estar al frente de la comunidad. Durante su recorrido con más de 56 años de servicio también condujo las parroquias de Nuestra Señora de La Paz (Lomas de Zamora), Santos Pedro y Pablo (Burzaco) y la de Nuestra Señora de Luján de la localidad de Longchamps.
Su amplia trayectoria en el sacerdocio en la Diócesis de Lomas de Zamora lo llevó a no solo transformarse en uno de los párrocos más queridos del distrito, sino también a recibir reconocimientos por su compromiso y vocación como cura.
En 2016, el Municipio de Lomas de Zamora nombró a Grbec “Ciudadano Ilustre”, en el marco de la celebración de sus 50 años de sacerdocio. Además, el destacado párroco de Lomas de Zamora fue galardonado como “Prelado de Honor del Papa”, jerarquía honorífica que la Santa Sede otorgaba a algunos presbíteros por su desempeño en el ministerio.
Desde hace un largo tiempo, Mirko Grbec padecía cáncer avanzado que luego se expandió por su cuerpo convirtiéndose en metástasis, a su vez en el pasado había superado un cuadro coronavirus que le había debilitado el cuerpo. Aquellas personas que lo trataban frecuentemente aseguraron que el padre “era tan aguantador que no contaba lo que le pasaba para no preocupar a nadie”.
Mario Inchauspe, párroco de Nuestra Señora de Luján de Longchamps, fue una de las personas que trató al padre Mirko cuando se desempeñaba como vicario de esta entidad y en diálogo con El Diario Sur recordó a su amigo.
“Compartí los últimos 20 años con el padre, con mucha devoción a la Eucaristía y devoto de la Virgen. El padre Mirko era muy esmerado en la confesión y un hombre de mucha oración”, destacó Mario. Al mismo tiempo se refirió a cómo tránsito las últimas semanas el sacerdote de Lomas: “Tenía una mirada sobrenatural muy avanzada y este paso a la muerte lo vivió desde un lugar divino”.
A su vez, el padre Mario resaltó la empatía y el poder de escucha que poseía Mirko para con su comunidad. “Siempre fue un sacerdote muy querido porque siempre escuchaba a los vecinos y con convicción. Un hombre muy consagrado, que amaba mucho más sus parroquias y era muy responsable en las tareas que realizaba. Era un santo varón”, completó.
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De acuerdo a lo precisado por fuentes de la Diócesis de Lomas de Zamora a El Diario Sur, el velatorio del padre Mirko será llevado a cabo este lunes desde las 16 hasta 24 horas en la parroquia Nuestra Señora de Itatí de Banfield (Virgen de Itati 658). En tanto, mañana martes desde las 10 se realizará la misa exequial en el templo, para la posterior inhumación en el cementerio sacerdotal, situado en la casa de retiros Nuestra Señora de Guadalupe, en Luis Guillón.