El hecho ocurrió mientras Estela llevó a su hija de 7 años a la escuela mientras que dentro de la vivienda, ubicada en la calle M. Curie al 100, estaban sus dos hijas de 19 y 21 años. “Veníamos con un conflicto legal por desacuerdos con el contrato, que estaba en manos de abogados, pero yo llevé a mi hija menor a la escuela, mis otras hijas se quedaron en casa y cuando volví había un candado que puso la propietaria que vive en el mismo terreno”, aseguró la mujer en diálogo con El Diario Sur.
“Estamos tratando de hacer como todo lo más correctamente posible, vino la Policía un montón de veces, pero no tienen orden de sacar el candado sin la orden de un juez”, aseguró Estela. Y agregó: “Mis hijas mayores de 21 y 19 están en la casa encerrada desde ayer porque la dueña abre su portón si se van y son las únicas que están en la casa al resguardo de nuestras cosas”.
“La idea de la dueña es desalojarnos, claramente por la violencia, no por su cuenta, porque no tiene una orden de desalojo de un juez. De hecho, mi contrato termina en diciembre del 2025”, manifestó Estela, quien es enfermera en el Hospital Garrahan.
“No es que no pago el alquiler y ella me hizo un juicio de desalojo, sólo por el hecho de no pagarle lo que ella quiere decidió que terminó el contrato”, aclaró la mujer que espera la resolución de la situación a nivel judicial.
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