Jardín de Gente es un proyecto surgido en 2021 a partir de la unión de distintos vecinos de varios puntos del conurbano bonaerense que, por el gusto por la música, empezaron a juntarse y sumar voces para, simplemente, cantar. Y esa pretensión la extendieron por plazas, salones y hoy hasta se ilusionan con presentaciones más grandes.
Jardín de Gente, el ensamble de voces que surgió sólo para cantar y se extendió en toda la región
Un grupo de vecinos de distintos puntos del conurbano bonaerense se junta en Jardín de Gente simplemente a cantar en plazas y salones.
La premisa la lanzó Lucas Camejo, su fundador. Y a él se fueron agregando otros que le dieron forma a la agrupación. "Comenzó como un simple taller de voces. El plan era sumar cantantes para encarar distintos arreglos vocales sobre canciones que nos gusten. Por eso las canciones las proponemos entre todos", indicó en diálogo con El Diario Sur.
Y añadió: "A todos nos interesa la música, pero la mayoría tienen otros trabajos, no se dedican a esto especialmente. Y a todos les sirve como un momento que se regalan para compartir con los demás. La verdad es que se armó un grupo humano hermoso".
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¿Por qué el nombre? Lucas es fanático de Luis Alberto Spinetta, e incluso tiene una banda tributo. Los ensayos, en tanto, comenzaron en el patio de su casa, es decir el jardín. Y es mucha gente la que participa. Entonces, aprovecharon la canción del Flaco "Jardín de Gente", se votó, y quedó el nombre.
"En principio era algo más fogonero, sin arreglo. Pero se fue sumando gente y entonces quise aprovechar que todo el mundo canta lindo para realizar unos arreglos más copados. Ahí se fue armando, y entre todos un poco le fuimos dando forma".
"Tocamos en distintos lugares del conurbano, siempre para distenderse y cantar", recalcó. Y puntualizó en cómo se pasó de un simple taller a algo más grande y consolidado: "Durante una hora y media empezamos a cantar para relajarnos, y a medida que fue pasando el tiempo nos fuimos quedando siempre un rato más". Todo inició con celebraciones, y sigue siendo la base actualmente, tres años después. "En principio las juntadas que hacíamos era para celebrar los cumpleaños de los integrantes del grupo", comentó. Y recalcó cómo se dio que hubo una presentación, casi de casualidad, en Pinamar, en plena temporada: "Una vez surgió la chance de ir para allá, porque uno de los integrantes tenía una casa ahí. Y nos sumamos todos, fuimos y terminamos conseguimos un lugar para ir a tocar".
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Así fueron ganando seguidores y las presentaciones a gusto que se iniciaron en espacios abiertos y plazas, se trasformó en algo más grande e intenso, que derivó en performances como Conurbia, en Banfield. Allí tuvieron algunas actuaciones que sobresalieron, y le brindaron un salto en pleno conurbano bonaerense, de donde son todos, sean el par de adolescentes o un puñado de jubilados, entre ellos la madre del propio coordinador, que despuntan el vicio por cantar.
Una posibilidad con la música
Entre las exponentes que disfrutan de esa chance está Cesia Vera Costa, nacida en Córdoba y que actualmente reside en Rafael Calzada. "Yo llegué al ensamble de voces en marzo del 2022. Buscaba espacios para arrancar a cantar por hobbie, porque estaba terminando el conservatorio y necesitaba un espacio donde hacer música sin tener que rendir exámenes", señaló. Y agregó: "Llegué acá gracias a las redes sociales. Me vino muy bien que los ensayos fueran en Lomas y me sumé".
"El espacio es hermoso. Lo fue desde que arranqué. Cumplía con todo lo que buscaba: un lugar distendido para cantar sin presiones y compartir con otros, además de conocer gente. Porque para mí cantar es liberador. Y cantar con gente es aún más placentero, porque lo que se pone en juego ahí no son sólo las voces (que tendrán mayor o menor facilidad para el canto), sino tambien los ánimos, el humor, las emociones y la vida misma de cada uno", describió. Y completó: "Cuando todo eso se combina en una canción cualquiera, es poner lo colectivo en marcha y puedo asegurar que uno se siente menos solo".
Y fue un poco más allá en el plano técnico: "Hay un concepto que se utiliza para esto de cantar a voces y es 'empastar', que es el momento donde las voces distintas se mezclan, se 'funden', volviéndose un solo sonido. Cuando pasa eso, da piel de gallina y significa que metiste un gol en grupo, porque se logra combinar sonidos y personalidades. Y en Jardín de Gente pasa eso, sobre todo porque cada integrante tiene su cuota de personaje".
Y cerró: "Para mí estar ahí es olvidarme de mi 'yo laboral' como docente y abrirme a disfrutar de esos encuentros, donde seguro se me recarga la batería y vuelvo a casa sintiéndome mejor para continuar con la semana".