Este lunes 2 de junio se celebra el Día Nacional del Bombero Voluntario, una fecha que conmemora la formación del primer cuerpo de bomberos del país, situado en La Boca. El Diario Sur visitó el Cuartel Central de Lomas de Zamora, ubicado en Saavedra 45, y dialogó con el comandante mayor Darío Silva, 2º jefe y un histórico de la institución.
"Ser bombero voluntario es un orgullo, un sentimiento, es llevar los valores de sacrificio y abnegación que necesitamos", dijo. "También es una locura, porque todos nos dicen: 'Están locos, todos salen del incendio y ustedes entran'", agregó.
Silva, que lleva 37 años en el servicio, recordó cómo llegó a ser bombero. "Desde chico pasaba por el cuartel, veía los autobombas y ya sabía que quería dedicarme a esto. Me llamó la atención y pregunté qué se necesitaba. A mis 17 años, luego de llenar todos los papeles y pedir autorización a mis padres, porque era menor, ingresé al cuartel y de ahí ya no salí más".
El comandante mayor comentó que este día se comienza a celebrar con el izado de la bandera argentina con una formación, para luego realizar el toque de sirena a las 8 de la mañana, en sincronización con todos los cuarteles del país. Más tarde, se lleva una ofrenda floral al monumento que está en la Plaza Grigera y otro al panteón de bomberos del Cementerio de Lomas de Zamora. “También, este sábado habrá una reunión protocolar con todas las autoridades, donde se entregan condecoraciones como mejor salida, mejor capacitación y los ascensos, que son las jerarquías que tenemos en nuestro cuartel”, agregó.
El comandante destacó la importancia de la capacitación y la formación en el cuerpo de bomberos: "No solo es 'ir a tirar agua', hay que leer muchos libros y se deben cursar 13 materias para recibirse, casi un año para poder subirte a un auto bomba". Silva también es instructor de la academia nacional y provincial de bomberos y ha recorrido casi todas las provincias del país dando instrucción a futuros bomberos.
El Cuartel Central de Lomas de Zamora, creado en 1910, es uno de los cuarteles más antiguos del país. Silva explicó que tienen 146 bomberos en el cuerpo activo, a los que se suman el cuerpo de reserva y la escuela de cadetes.
“También tenemos otro cuatro destacamentos más: El N°1 de Banfield (Pueyrredon 1557), el N°2 de San José (Eva Perón 3165), el tercero en Llavallol (Tacuarí y Aristobulo del Valle) y el cuartel noveno (Recondo 1400) que cubre Fiorito y Budge, que es el que más intervenciones tiene”, añadió.
Ante una emergencia, relata que este cuartel y otros 10 más están certificados con una “Iso de bomberos”, que establece los tiempos de respuesta, tanto para estar en el lugar de los hechos, como cuántos deben salir al mismo. “Si ahora sonara la sirena, van a salir todos corriendo y se van a subir al autobomba. Si es un incendio en el centro de Lomas, va a salir la primera dotación y la segunda como refuerzo. Si es un edificio, van ambos y la escalera. Si es salvamento, sale rescate y ambulancia. Todos protocolos. Si es inundación vamos a ir con botes”, agregó.
“Me tocaron muchos incendios grandes donde hay víctimas fatales, niños principalmente y esos son los que más te afectan”, dijo, pero prefirió quedarse con lo lindo que le da su profesión, como cuando festejan el Día del Niño en la plaza de Lomas, Reyes o la Navidad con Papá Noel en el autobomba, donde todos los chicos esperan su recorrido para verlos. “Lo más lindo es llevarse la sonrisa de un niño”, dice.
Padre e hija trabajando en el cuartel de Bomberos
Silva también habló sobre su experiencia trabajando con su hija, Fiamma, que es oficial en el cuartel hace casi 10 años y su nombre significa "fuego" en italiano. "Es un orgullo salir con ella a intervención y de paso, la tengo cerca mío porque antes la extrañaba. El estar con ella día a día es todo", destacó. Su yerno, Nahuel, también es bombero, y su nieta de 9 años, Narella, quiere seguir sus pasos.
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