Marcela, la mujer que sufrió el ataque de los pitbulls, según comentó la hija de la víctima, no solo está “muy mal, dolorida y con calmantes”, sino que también “le agarran ataques de pánico y se desespera” cada vez que intenta preguntarle por lo sucedido.
“Tiene 11 puntos, pero hay heridas que no le pudieron cerrar por falta de tiempo. La tiene que ver un cirujano plástico para ver si la opera”, comentó en diálogo con El Trece. Además, ante la reacción emocional adversa que provoca en su madre el recuerdo del suceso, manifestó que opta por “no preguntarle”.
La joven destacó también que su madre “por suerte ya está mejor” y que solo “fueron unas mordidas y no pasó a mayores”, pero aseguró que, al ver el video, no pudo evitar pensar en un desenlace trágico. De hecho, remarcó que si no hubiera recibido la ayuda de los vecinos, principalmente de quien comenzó a golpear con un palo a los perros, “quizás la perdía”.
“Apenas vi el video me puse a llorar. Hace un mes y medio perdí a mi papá y a mi abuelo, y pensé que la perdía a mi mamá”, comentó la hija de la mujer atacada por los pitbulls. En pleno ataque, la mujer se desesperó y comenzó a gritar. Intentó sin éxito subirse a un automóvil de color rojo que tuvo que detenerse porque el ataque se producía en el medio de la calle. Los gritos y la desesperación fueron en aumento y los vecinos comenzaron a salir a ver qué ocurría.
El ataque de los pitbulls terminó con los perros escapando y la mujer tirada en el piso, con heridas visibles, después de dos minutos de desconcierto y angustia. Todavía continúa con las secuelas psicológicas.