En las últimas horas trascendió un caso algo particular. Una joven llamada Camila Ibarra, o "Camilita", como figura en las redes sociales, vende contenido erótico desde la cárcel.
La muchacha fue condenada a 13 años de prisión por el crimen de Marcos David Figueroa, presunto proxeneta que murió de un tiro en la cabeza en mayo de 2020 en Mendoza. A ella la encontraron culpable de ser planificadora del ataque criminal, accediendo a un juicio abreviado por el que se acordó la pena con la fiscal del caso.
Pocas horas después de haberse conocido la condena, la joven de 22 años retomó una actividad que mantenía fuera de prisión, aunque estaba vezvdesde la cárcel, pese a que agentes del Servicio Penitenciario le habían quitado el teléfono celular durante una requisa.
En concreto, Camilita vende en línea y desde el Centro Penitenciario Cacheuta, ubicado en Luján de Cuyo, fotos y videos “de contenido súper hot", cobrando a través de una cuenta de Mercado Pago a nombre de su madre.
La venta de contenido erótico es una práctica que mantenía previamente al inicio del juicio en el que fue condenada, cobrando entre 2.000 y 4.000 pesos a cambio de packs de imágenes e incluso de videollamadas.