El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, encabeza la lista de Unión Federal como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. La decisión marca un quiebre temporal con el Partido Justicialista, del que forma parte hace dos décadas.
Fernando Gray en carrera hacia el Congreso: "Con Máximo y Grabois no llegamos ni a la esquina"
El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, encabeza un armado peronista en la elección de diputados nacionales del próximo 27 de octubre.
05 de octubre de 2025 - 10:30
Entre las razones que esgrimió el intendente sobre el lanzamiento de su candidatura, expuso la falta de representantes territoriales del peronismo, como los intendentes, en la lista de diputados de Fuerza Patria. En ese sentido, manifestó su rechazo tanto al rumbo del gobierno de Javier Milei como a la boleta del peronismo que, a su juicio, fue “armada por La Cámpora y Juan Grabois”.
—¿Qué evaluación hace de la elección provincial del 7 de septiembre?
—El resultado de la elección fue un mensaje contundente para el Gobierno nacional. Los bonaerenses le dijimos a Milei: así no. Fue una elección muy militada en cada uno de los 135 distritos, donde también se definieron los concejos deliberantes y escolares locales. Eso hizo que los intendentes “trabajaran” la elección y, también, fue muy importante el voto de los extranjeros que suelen acompañar a nuestro espacio.
—Algunos dicen que el gran ganador de la elección fue el gobernador Kicillof, ¿está de acuerdo?
—Esa conclusión es prematura. Habría que esperar a octubre para hablar de ganadores y perdedores. La elección expresó el sentir de muchos bonaerenses que están pasando un momento muy complicado, que no acuerdan con el plan del presidente Milei, tampoco con sus formas ni con el contenido de su gestión. En relación al gobernador, creo que se sentiría ganador si los legisladores le votaran el presupuesto. Estamos concluyendo un año en el que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires no logró votar su presupuesto. Esto es muy grave. En ambas cámaras hay mayoría de legisladores del oficialismo y, sin embargo, no hay presupuesto.
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—¿La elección desdoblada inició una nueva etapa política en la provincia?
—Yo había fijado posición sobre este tema hace mucho tiempo. Siempre estuve convencido de desdoblar la elección provincial de la nacional. Esto permite que se debatan los temas estructurales de la provincia de Buenos Aires de cara a la gente. Las elecciones ejecutivas a gobernador y sus propuestas quedaban eclipsadas por las candidaturas presidenciales y por la tarea territorial de los intendentes con sus vecinos. Si desdoblar la elección permite poner en agenda los temas centrales y cómo se resuelven los problemas estructurales de la provincia, bienvenido sea. Así, cada candidato presenta sus plataformas y sus propuestas para que ciudadanas y ciudadanos ponderen, decidan y luego exijan. Venimos de décadas en las que el gobernador de turno administra la coyuntura y nuestra provincia necesita ser pensada de acá a 20 años.
—¿Qué lo motivó a armar una lista por fuera del espacio político de Fuerza Patria?
—Justamente, la lista de Fuerza Patria. Soy la expresión de muchas compañeras y compañeros peronistas que no se sienten convocados por una lista que hicieron a dedo Grabois y La Cámpora. Por primera vez desde 1983, mi espacio político no lleva como candidato a legislador a ningún dirigente político de los municipios. Distritos como La Matanza, cuyos dirigentes supieron presidir la Cámara de Diputados durante largos años, no tienen representación en la lista de Máximo y Grabois. Tampoco la tienen los representantes de los trabajadores, desconociendo a Perón, que sostenía que el 33% de las listas debía ser ocupado por dirigentes sindicales. En definitiva, la lista de Fuerza Patria representa la imagen de un partido que se cierra. Creo que para ser una oposición a Milei debemos hacer todo lo contrario, abrirnos y sumar a todos los espacios que representamos un modelo de país distinto al del Gobierno nacional. Milei es un extremo que se siente cómodo con la agresión, el insulto, el destrato y el agravio; y, por otro lado, hay otro extremo que se opone sin propuestas serias. La sociedad nos pide otra cosa. Necesita de raciocinio, rigurosidad y ser representada por dirigentes que miren más allá de sus intereses personales o sectoriales y piensen en el largo plazo, mientras atienden el día a día.
—¿Qué piensa de los que sostienen que su candidatura es funcional al gobierno de Milei?
—Que están equivocados. Mi candidatura es funcional a los que piensan que ser oposición no es tirar piedras, ni cortar las calles o tomar tierras. Voy a ocupar la banca para ser la voz de los jubilados que se expresan los miércoles frente al Congreso, la voz de los científicos del Conicet, de los médicos del Garrahan, de los profesores y estudiantes de las universidades nacionales. Ese es el sentir histórico del peronismo. Yo voy todos los miércoles a la plaza del Congreso y no encuentro a ningún dirigente político de mi espacio que esté junto a la gente.
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“Es necesario rejerarquizar la cámara, que hoy muestra imágenes de legisladoras y legisladores que están más para un reality televisivo que para debatir política pública. En la Argentina nos regimos con organizaciones territoriales, regímenes legislativos, estructuras económicas y productivas y organigramas en los distintos poderes que responden al siglo pasado”, sostiene Gray cuando se lo consulta sobre las posibilidades de cambio que ofrece una banca en el Congreso.
Y agrega: “Tenemos que pensar en cómo la tecnología, la inteligencia artificial, la economía del conocimiento vienen a aportar nuevas soluciones a problemas históricos que no supimos resolver. Los diputados de la provincia deben poner en discusión y debate temas de reclamo histórico como el de la coparticipación, pero también la actualización de los códigos procesales, judiciales; analizar la relación de la economía, el trabajo y la educación; definir una matriz productiva para cada región. Pensar más allá de los mandatos de cada uno para construir políticas de Estado. Nuestro país se resetea en cada cambio de gobierno y eso no funciona en ningún lugar del mundo”.
