Llegó la primavera y con ella volvieron a su esplendor los llamados “copitos” o “plumeritos” de los árboles de plátano, que tienen una presencia muy importante en ciudades de la región como San Vicente y Monte Grande, y que son una pesadilla para los alérgicos.
Con la primavera, volvieron los "plumeritos" de los árboles, la gran pesadilla de los alérgicos
La médica especialista en alergia Laura Oviedo explica por qué los "copitos" son tan perjudiciales para algunos pacientes, y cómo se pueden prevenir los ataques. El barbijo, un buen aliado.
“Hay unos árboles llamados plátanos de sombra o platanus hispánica que son de gran tamaño y muy longevos. Se los pueden ver habitualmente en calles, avenidas y plazas”, comenzó su explicación la especialista Laura Oviedo. Y siguió: “Estos árboles tienen frutos con gran cantidad de semillas y unos finos pelos que parecen un penacho, que los ayuda a dispersarse con el viento. Esos penachos son los ‘copitos’ que se observan por todos lados y son una pesadilla en esta época del año”.
Según la alergista Laura Oviedo, los copitos “no solo están en la región, sino que se encuentran en gran parte de la provincia de Buenos Aires y en otras provincias también”, ya que “es un árbol muy usado como decoración urbana en lugares de clima templado”.
“Lo que genera los síntomas de alergia son los granos de pólenes en contacto con pacientes susceptibles. Al ser inhalados se depositan en las vías aéreas, las partículas más grandes quedan en la nariz y las más pequeñas puede alcanzar la vía aérea inferior”, contó la especialista. Y agregó: “Si respiran por la boca o al respirar durante el ejercicio físico al aire libre aumenta la llegada a los bronquios. También pueden tener contacto directo con los ojos”.
En ese sentido, Oviedo alertó sobre personas que son más propensas que otras: “Aunque todos estén expuestos a los mismos alérgenos, solo los susceptibles desarrollan los síntomas. Los pólenes generan síntomas al entrar en contacto con este tipo de personas. Lo que genera no se puede revertir, pero con un tratamiento adecuado se pueden controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida”.
Con septiembre y octubre como los meses donde “se produce una polinización muy intensa capaz de alcanzar niveles muy altos de polen en el aire”, la alergista de Monte Grande advirtió sobre el tiempo que los copitos se quedarán como un vecino más de la región: “Tendremos que convivir con ellos hasta mediados de noviembre”.
Cómo tratar la alergia
La especialista Laura Oviedo destacó que, entre los síntomas, se suelen detectar “picazón en los ojos, congestión nasal, estornudos, dificultad para respirar o crisis asmáticas”. En ese sentido, la alergista mencionó algunos de los métodos para paliar la alergia. “Se puede indicar tratamiento sintomático con corticoides, antihistamínicos, colirios o spray nasal, según el paciente”, contó a El Diario Sur. Y agregó: “Lo ideal es consultar con un especialista en alergia ya que estos síntomas se pueden prevenir y el paciente no sufre tanto en esta época del año. Se le realizan estudios y se indica tratamiento personalizado. La inmunoterapia (son las vacunas orales o inyectables) es el único tratamiento que modifica el curso natural de la enfermedad y puede prevenir el asma”.
¿Cómo evitar a “los copitos”?
Tal como advierte Oviedo, los copitos “son muy difíciles de evitar”. Sin embargo, la especialista enumeró una serie de recomendaciones para evitar el estar contacto con ellos, principalmente de “de 5 a 10 horas y de 19 a 22 horas” cuando “se da la mayor concentración de polen en el aire”:
- Disminuir la actividad al aire libre;
- Mantener cerradas las ventanas en los hogares y las ventanillas del auto;
- Usar lentes de sol;
- Evitar las caminatas o realizar camping en áreas de alta polinización, principalmente días secos, calurosos o con fuerte viento;
- Al llegar a casa, cambiarse la ropa;
- Bañarse luego de actividades prolongadas al aire libre;
- Evitar colgar prendas a secar en el exterior;
- Saber que el uso del barbijo es un gran aliado: disminuye en gran porcentaje la inhalación de partículas de polen y, como consecuencia, disminuyen los síntomas.