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A tres años de la cuarentena: así estaba la región el 20 de marzo de 2020

Los centros comerciales de la región estuvieron desiertos. En los primeros días de la cuarentena solo podían abrir negocios esenciales.

A la medianoche del día 20 de marzo, hace exactamente tres años, comenzaba un hecho inédito en la historia argentina: todo el país quedaba en cuarentena obligatoria ante la llegada del coronavirus, que ya hacía estragos con miles de muertos en países como España e Italia.

El miedo a un masivo contagio llevó al presidente Alberto Fernández a decretar el aislamiento social obligatorio, que en principio se extendería hasta el 31 de marzo, pero que finalmente y con diferentes modificaciones respecto a su diseño original duró varios meses en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

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Así se vivía la cuarentena en la peatonal Laprida de Lomas de Zamora.

Así se vivía la cuarentena en la peatonal Laprida de Lomas de Zamora.

La región no fue la excepción y en las primeras horas de la mañana de ese viernes las calles de las principales localidades tuvieron muy poco movimiento de gente. Las arterias comerciales dieron una postal inimaginable con locales cerrados y controles policiales para verificar el cumplimiento de la medida.

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La calle Alem en Monte Grande, por ejemplo, habitualmente llena de vecinos en gran parte del día, se mostraba casi desierta. La gran mayoría de los locales estaban cerrados, incluyendo galerías, comercios de ropa y calzado, lugares de comidas rápidas y sitios de venta de electrodomésticos. La misma situación se observó en Lomas, con la peatonal Laprida despoblada, persianas bajas y restaurantes, bares y confiterías sin atención al público.

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El decreto del Gobierno aclaraba que los medios de comunicación estarían exceptuados del aislamiento. Por ello, los puestos de diarios y revistas fueron lo único que se encontraba abierto en las primeras horas de la mañana, aunque funcionaban en horario reducido.

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La ruta 205 en Ezeiza, desierta durante las primeras jornadas de la cuarentena.

La ruta 205 en Ezeiza, desierta durante las primeras jornadas de la cuarentena.

La contracara fueron los bancos y algunos supermercados, que tuvieron largas filas desde temprano. De hecho, varios cajeros automáticos se quedaron sin efectivo.

Con el correr de las horas, la cantidad de personas que circulaban por las zonas céntricas fue aumentando. No se percibía un clima de cuarentena, sino más bien de feriado, aunque la mayoría de los locales siguieron con sus persianas bajas.

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