A principios del mes de febrero, en la Ribera de Quilmes, se hallaron 24 cráneos humanos tirados sobre la costa. Las imágenes de los huesos se viralizaron en internet y los usuarios creían que se trataba de un ritual umbanda, sin embargo, la fiscalía encargada de la investigación planteó una hipótesis diferente.
El fiscal que interviene en la causa aseguró que el verdadero motivo son los osarios desbordados, lo cual deja totalmente descartada la hipótesis de la vecina que realizó la denuncia, quien aseveró que los cráneos aparecieron luego de que un grupo de personas vestidas de blanco y pertenecientes a la religión umbanda realicen un ritual.
Según informó el medio Clarín, esta zona de la ribera de Quilmes es utilizada de manera frecuente por practicantes de la religión umbanda para dar ofrendas a sus santos, por lo que es común encontrarse con restos de animales muertos. La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) además aseguró en algunos estudios que en todo el país hay un total de 310 templos umbandas, de los cuales 233 pertenecen a la provincia de Buenos Aires.
El verdadero origen de los cráneos
La causa fue intervenida por la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N°5 de Quilmes, cuya fiscal a cargo indicó que se trataba de huesos de vieja data. El fiscal Jorge Saizar, por su parte, en diálogo con Clarín, explicó que nunca hubo una prueba concisa de que este caso se debiera a un delito aparente o que fueran huesos desaparecidos de la última dictadura.
De igual manera, enviaron a analizar los restos encontrados al área de antropología forense de La Plata para determinar el sexo y la identidad de las personas a las que les pertenecía cada cráneo.
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