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El retiro de Zulma: se despidió del puesto de diarios de la plaza de San Vicente

Zulma Acerbi, esposa del fallecido Edgardo Marini, tuvo su último día de trabajo en el puesto de diarios de la plaza de San Vicente.

Una histórica canillita de San Vicente tuvo su último día de trabajo al frente de su puesto de diarios el pasado domingo. Se trata de Zulma Acerbi, quien se retiró del negocio en medio de una “procesión” de saludos por parte de clientes, amigos y vecinos. Ahora, el kiosco pasará a estar en otras manos, pero entre los sanvicentinos se mantendrá la huella que dejaron Zulma, su esposo, el fallecido Edgardo Marini, y su hijo Juan Andrés.

El puesto de diarios está en su ubicación actual de la plaza Mariano Moreno de San Vicente desde hace diez años. Antes, la “parada” para comprar diarios y revistas se encontraba en la librería Marini, también frente a la plaza. Ese negocio tuvo más de 70 años de trayectoria y fue fundado por el padre de Edgardo.

Zulma se casó con Edgardo cuando tenían 18 años, y juntos continuaron el negocio familiar. “Yo nunca paré en 50 años. Siempre estuve con él en la librería. A mí el negocio me gusta de alma”, cuenta Zulma en diálogo con El Diario Sur. Cuando Edgardo falleció, seis años atrás, ella y su hijo Juan Andrés quedaron a cargo del puesto de diarios, hasta este domingo.

En el día de la despedida, decenas de clientes pasaron a saludar a Zulma, que vivió una gran emoción. “Voy a extrañar el contacto con la gente, muchos amigos, muchos vecinos, dos o tres generaciones. El domingo me decían de todo, fue muy lindo”, contó Zulma.

Con sus décadas de trabajo en el negocio, Zulma recordó una anécdota especial. Fue cuando en el año 2012 el vecino de San Vicente Ruben “Milanesa” Barciocco le ofreció a su amigo Edgardo donarle un riñón para que pueda atravesar la poliquistosis renal que lo afectaba. La emotiva charla, de la que Barciocco se llevó primero un no rotundo, ocurrió en la librería, con Zulma y Edgardo.

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Milanesa Barciocco y Edgardo Marini en el Club Deportivo San Vicente.

Milanesa Barciocco y Edgardo Marini en el Club Deportivo San Vicente.

“Le dijimos que no y Milanesa dijo ‘bueno, sino se lo tiro a los perros’. No me olvido más”, rememoró Zulma. Finalmente, el trasplante fue exitoso y le permitió a Edgardo mejorar su calidad de vida durante varios años.

La vecina asegura que está contenta con la nueva etapa que empieza en su vida. Y que se mantiene con proyectos para seguir adelante.

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