El 24 de marzo de 1976 nadie se sorprendió del golpe de Estado que ese día derrocó a la presidenta Isabel Perón. Desde hacía meses el gobierno constitucional no podía hacer frente al vacío de poder que se produjo tras la muerte de su esposo en 1974, mientras ejercía por tercera vez la presidencia de la Nación.
Isabel Perón detenida en San Vicente: cómo pasó sus últimos años en Argentina
Isabel Perón pasó los últimos años de su detención durante la dictadura en la Quinta de Perón en San Vicente. El testimonio del sobrino nieto de Perón.
El golpe se produjo en la madrugada del 24 de marzo. El helicóptero en el que era trasladada la presidenta Isabel Perón desde la Casa Rosada hasta la Residencia Presidencial de Olivos fue obligado a bajar en el Aeroparque Jorge Newbery por una supuesta falla mecánica. Allí un operativo militar le comunicó a María Estela Marínez Cartas, tal su nombre real, que había quedado destituida de su cargo y a disposición de la Junta Militar, que decidió trasladarla a la residencia El Messidor, en la provincia de Neuquén.
Allí permaneció incomunicada y recluida durante siete meses, luego pasó por la Base Naval en Azul hasta que a fines de 1979 fue llevada a la Quinta de Perón en San Vicente. “Prefirió venir a San Vicente porque además ahí tenía todas las cosas que había traído de España”, aseguró a El Diario Sur Alejandro Rodríguez Perón, sobrino nieto del ex presidente, en diálogo con El Diario Sur.
“Con mi familia la íbamos a visitar fin de semana por medio, nos podíamos quedar a dormir en el cuarto de huéspedes. Pasamos dos fiestas de Navidad y Año Nuevo en la quinta de San Vicente y nos divertíamos. No hablábamos de política”, relató Rodríguez Perón.
“Isabel estaba en la casa principal con una ayudante y dos personas en la cocina. Había 24 militares custodiando la casa. Iban algunos políticos importantes del peronismo a visitarla como (Antonio) Cafiero, (Manuel) Quindimil y Lorenzo Pepe”, contó el hombre sobre la estadía de Martínez, que se extendió hasta julio de 1981, cuando partió rumbo a España.
En los primeros años tras la recuperación de la democracia, María Estela Martínez de Perón volvió en algunas oportunidades a la Argentina. En primer término para presenciar la asunción de Raúl Alfonsín, invitada por el líder radical. Luego, tiempo después instaló una oficina en Capital Federal, en la que Alejandro Rodríguez Perón era su secretario. "Era para tratar temas políticos", dice el hombre.
Sin embargo, la oficina no prosperó y a los seis meses la última esposa de Juan Domingo Perón volvió a España y solo realizó esporádicas visitas a su país, al que no volvió desde el año 1994.
"No quiso saber más nada sobre la política ni con dar entrevistas a medios de comunicación", detalló Rodríguez Perón, que aclaró que no habla con la ex presidenta desde 2006 cuando trasladaron los restos del General Perón a la Quinta de San Vicente, por decisión propia de Isabel "que quiere terminar los últimos años de su vida, tranquila", según sus palabras.
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