Luego de la sequía histórica del verano pasado, diferentes sectores de la laguna de San Vicente vuelven a tener agua. El nivel todavía está bajo, pero ya permite la actividad náutica de un grupo de vecinos entusiastas denominado “Kayakistas Originarios”. Semanas atrás pudieron volver a navegar con sus kayaks.
Tras la sequía, el grupo de kayakistas de San Vicente pudo volver a navegar en la laguna
El nivel de agua lentamente se recupera en algunos sectores, lo que le permitió a los kayakistas de San Vicente volver a practicar su actividad.
“Tenemos un grupo muy lindo de gente grande y la sequía nos complicó. En vez de nuestra actividad náutica, nos juntábamos a hacer tareas de limpieza en el fondo de la laguna. Pero ahora en algunos sectores ya hay un nivel de entre 80 centímetros y un metro, así que pudimos volver a bajar”, destacó ante El Diario Sur Gabriel Novo, que integra el grupo de Kayakistas Originarios y trabaja como marino mercante.
Alrededor de 40 vecinos forman parte del grupo, que además de coordinar actividades en San Vicente también organiza travesías por otros cursos de agua, especialmente cuando los obligó la sequía. “Adentro del agua somos todos chicos, disfrutamos mucho de la actividad”, señaló Novo.
En la laguna de San Vicente, los fanáticos del kayak lidiaron durante largos años con el problema de la invasión de camalotes en el espejo de agua, lo que dificultaba la actividad. Con la obra de remoción de las plantas que se llevó adelante en 2022, ese problema parecía llegar a su fin. Pero en continuado se declaró una sequía histórica que afectó a todos los espejos de agua de la región.
“Ahora vemos que de a poco el espejo se va recuperando. Antes de la sequía estaba en un metro y medio de profundidad. Creo que puede llegar a estar en dos metros si sigue subiendo”, destacó Gabriel Novo con optimismo.
El grupo de kayakistas también busca concientizar sobre el cuidado del medioambiente, con la valorización de la flora y la fauna que tiene la reserva. Y hacen hincapié en el respeto de las medidas de protección para navegar, como el uso de chalecos salvavidas. También tienen el proyecto de crear una estación meteorológica, para determinar con certeza la altura del agua y la dirección del viento. Y construir “bajadas reglamentarias” para utilizar los kayaks.
“Somos un grupo de gente muy unida, siempre hacemos nuestra actividad y compartimos una comida. Valoramos mucho la laguna y queremos que esté cada vez mejor”, sostuvo Novo.
Leé también: San Vicente: entregaron la pre adjudicación de 250 viviendas del barrio Empalme