El fotoperiodista Pablo Grillo, de 35 años, volvió a terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía, a seis meses de haber sido herido de gravedad el pasado 13 de marzo cuando un gendarme disparó una cápsula de gas lacrimógeno que impactó en su cabeza, en una marcha de jubilados frente al Congreso de la Nación.
Cómo sigue la salud de Pablo Grillo, fotoperiodista de Lanús: "Está en una meseta"
A seis meses de la agresión sufrida en la marcha de jubilados, Pablo Grillo volvió a terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía.
Su hermano Emiliano explicó que, tras la colocación de una prótesis craneal, Pablo “está en una meseta, entiende todo lo que pasa y se comunica escribiendo o apretando la mano”, aunque su evolución no muestra avances. La última complicación se originó luego del cierre de una válvula por donde circulaba líquido cefalorraquídeo, lo que derivó en nuevos estudios y un seguimiento cercano de los médicos.
Su padre, Fabián Grillo, relató que los procedimientos quirúrgicos buscan darle estabilidad: “Puede ser que la válvula estaba funcionando mal. Le van a hacer estudios. No es fácil, es difícil. Pero no queda más remedio, hay que darle para adelante”. La familia comparte las novedades sobre su estado a través de la cuenta de Instagram @justiciaporpablogrillo, donde también se difunden las actividades solidarias convocadas para acompañarlo.
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Seis meses de Pablo Grillo en el hospital
Desde aquel 13 de marzo, cuando ingresó de urgencia al Hospital Ramos Mejía con fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica, Pablo Grillo fue sometido a siete intervenciones quirúrgicas. Durante la primera semana permaneció en coma inducido y en estado crítico, hasta que el 20 de marzo logró respirar sin asistencia mecánica.
El 16 de abril fue operado de urgencia para extraer tejido dañado y los médicos hablaban entonces de una evolución positiva dentro de la gravedad. El 7 de mayo aparecieron las primeras imágenes públicas de Grillo en un balcón del hospital, lo que dio señales de su recuperación. Sin embargo, el 21 de mayo su estado volvió a complicarse y debió ser operado por hidrocefalia. A partir de allí comenzó un nuevo proceso de rehabilitación.
El 13 de agosto se le colocaron dos placas de titanio en ambos hemisferios del cráneo, en una intervención considerada exitosa. Pero a partir de la última craneoplastia surgieron complicaciones que lo llevaron nuevamente a terapia intensiva.
La causa judicial del fotógrafo de Lanús
En paralelo, avanza la investigación judicial por la represión ocurrida el 13 de marzo en la Plaza Congreso. La jueza federal María Servini citó a indagatoria al cabo de Gendarmería Héctor Jesús Guerrero, señalado como quien disparó la cápsula de gas que impactó en la cabeza del fotógrafo.
La reconstrucción balística realizada en agosto confirmó que el disparo se efectuó de manera horizontal, en contradicción con los protocolos de uso de armas no letales en espacios urbanos. Además, un informe del programa Mapa de la Policía concluyó que el efectivo actuó de manera irregular.
Para la defensa de Grillo, encabezada por la abogada Claudia Cesaroni, el accionar de la fuerza fue cerrado de manera exprés y sin profundizar en la cadena de mandos ni en las decisiones políticas que derivaron en un operativo que dejó más de cien detenciones arbitrarias y decenas de heridos. La familia insiste en que el reclamo por justicia es inseparable del pedido de acompañamiento para sostener la recuperación de Pablo.

