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Brown: denunció a su tío por abuso y ahora impulsan un Juicio por la Verdad

Los hechos ocurrieron entre 1990 y 1995 en Glew. Quieren que se aplique esta modalidad para que los delitos no prescriban.

Patricia Aguirre es una mujer oriunda de Glew cuya historia de vida y su lucha podría marcar un antes y un después en la justicia. A sus 35 años, se animó a denunciar los abusos que sufría desde chica por parte de su tío, y el juez Gabriel Vitale solicitó que el caso sea tratado en un Juicio por la Verdad.

Esta modalidad comenzó a aplicarse en los procesos judiciales contra los represores de la última dictadura militar, con el fin de evitar que los crímenes cometidos hace décadas no prescriban. Lo mismo esperan que ocurra con este caso.

Los hechos denunciados ocurrieron entre 1990 y 1995, en una vivienda del Barrio Gorriti, en la localidad Glew. El acusado es Manuel Romero, la pareja de su tía, con quien tenía casi una relación de convivencia.

Patricia vivía en una casa junto a su mamá Mónica y su abuela, y en otra vivienda dentro del mismo terreno se encontraban su tía junto al acusado y sus primos. La cercanía era mucha, y según cuenta, el hombre se las ingeniaba para abusar de ella.

“Él me tocaba, me metía el pene en la boca, me llevaba a dar paseos solos en su camioneta o me metía en su habitación. Siempre encontraba la forma de que estemos a solas”, relató la víctima a El Diario Sur.

Si bien los recuerdos de aquellos hechos estuvieron presentes a lo largo de toda su vida, ella nunca los había materializado en daños, hasta el momento en que quedó embarazada y algo cambió.

“Cuando fui mamá y me enfrenté ante lo más importante que me había pasado, que era la crianza de un hijo, no quería que se criara en ese seno familiar. Había algo que estaba muy mal, que no tenía que seguir estando así, y que el único camino era la palabra”, expresó Patricia.

Esa “implosión interna” la llevó a contarle a su familia lo que ocurría. Sin embargo, esto desató un enfrentamiento familiar, ya que varios desacreditaban su denuncia. Sus padres y su pareja fueron el apoyo que encontró para dar el último paso y realizar la denuncia en julio de 2019.

Patricia señala además que el contexto la ayudó a llevar el caso a la justicia. El fallecimiento de su tía, pareja de Romero, sumado al contexto social de la lucha del feminismo, hicieron que “se allane el camino” y ella pueda contar su verdad.

Si bien la causa se encuentra prescripta, dado que ya pasaron 12 años desde que ella es mayor de edad, el juez Gabriel Vitale solicitó a los integrantes de la Cámara de Apelación N°1 de los Tribunales de Lomas de Zamora que se lleve a cabo un Juicio por la Verdad.

“Si llegamos hasta acá, tiene que ver con que hay un derecho a la verdad que está latente y la justicia le puede dar lugar. Tienen que entender que es necesario dar lugar a la voces que pueden hacerse oír después de determinado tiempo, que hay un proceso interno, que hay que madurar los daños, querer decirlos y afrontarlos. Gracias a Vitale, hay una nena, hoy adulta, haciéndose oír”, expresó.

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