Julieta Santamaría, argentina oriunda de Burzaco, Almirante Brown, a sus 25 años decidió convertirse la primera persona en recorrer el Camino de la Mata Atlántica, un sendero de 4 mil kilómetros que atraviesa cinco estados brasileros y 132 municipios. En plena travesía, dialogó con El Diario Sur sobre cómo llegó a proponerse ese objetivo.
Una joven de Burzaco es la primera que recorre un camino de 4 mil kilómetros en Brasil
Julieta Santamaria tiene 25 años y comenzó el Camino de la Mata Atlántica en marzo. Ya hizo 770 kms y actualmente se hospeda con una tribu. Es de Burzaco.
Cuando vivía en Burzaco, Julieta estudiaba logística y trabajaba durante la noche en un mercado abierto 24 horas, pero no le gustaba lo que hacía. “Empecé a ahorrar y mi plan era o mudarme sola o irme de viaje”, contó desde Brasil. Entre las dos opciones, eligió viajar y en febrero de 2023 se fue a Brasil.
Julieta estuvo haciendo voluntariados los primeros meses hasta llegar a Ilhabela, estado de San Pablo, donde consiguió trabajo como niñera y se quedó ocho meses.
“En Ilhabela me contaron del Camino de la Mata Atlántica y me dijeron que nadie lo había hecho antes, entonces cambié mis planes y decidí hacerlo”, recordó Julieta. Y sumó: “Empecé a entrenar de noviembre a febrero, hacía caminatas largas de 30 kilómetros con la mochila bien pesada. Salía con lluvia, con el sol del mediodía, iba testeando mi resistencia”. Entrenó hasta que renunció al trabajo como niñera, se tomó unos días de descanso y emprendió el viaje.
El camino
Comenzó su caminata el 3 de marzo y ya va 770 kilómetros recorridos, habiendo pasado uno de los cinco estados de Brasil que atraviesa el camino. Calcula que en noviembre habrá recorrido los 4 mil kilómetros, pero sabe que puede ser más largo.
A pesar de que le gustaría poder planificar los días de viaje y de descanso, Julieta dijo: “Acá es diferente, si llueve no podés salir a caminar, porque un viento puede tirar un árbol, hubo días en que llovió mucho y tuve que parar como ahora, que hace una semana estoy en una aldea indígena”.
En ese sentido, la joven de Burzaco sostuvo que la gente de la zona la hospeda y la acompaña, le dan aliento para seguir. “Como soy la primer persona en recorrer el camino como un todo, todos quieren ayudarme de alguna forma, entonces la presencia de ellos, el contacto con las personas del camino me ayudó mucho y cambió lo que es la logística y el financiamiento también”, afirmó Julieta.
A pesar de que la rodean hermosos paisajes de naturaleza como mar, río y cascadas, Julieta también advirtió que ve cobras cotidianamente y que los tramos de caminatas de playa pueden generar dolores en tobillos y rodillas.
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El mensaje de Julieta
Julieta se fue de Argentina para vivir una experiencia diferente, pero hoy además quiere que su caminata sirva como un mensaje de concientización sobre el cuidado del medioambiente. “Uno no cuida lo que no conoce, entonces por ahí con ese contacto que estoy teniendo yo con la naturaleza y mostrándolo a los demás son más conscientes de lo que tenemos y de cuán importante es cuidarlo”, reflexiona la joven.
Además asegura que su experiencia sirve como ejemplo de que no se necesita mucha plata para salir de viaje. Julieta afirma: “Hay muchas formas de viajar más económicas como haciendo voluntariados, obvio que uno no está dándose lujos pero es posible viajar con poca plata. Es mandarse y no tener miedo, usar el miedo como ventaja. Y si da mal, insistir, porque de lo que sale mal también se aprende”.