Semana agridulce. De sentimientos encontrados.
Sé que me entendés
Por Ricardo Varela.
El martes pasado festejamos por novena vez (encuentro que solo se interrumpió por la pandemia en 2020) junto a todos los canillitas que distribuyen nuestros diarios. La foto refleja gran parte del espíritu de familia que se vive entre todos nosotros.
Muchas veces la rutina hace “rutina” de algunas relaciones. Por eso está bueno parar (al menos una vez al año) para encontrarse, festejar y rendir homenaje como el martes pasado. Como también es habitual nos acompañó Fernando Gray, el intendente de Esteban Echeverría. Es un político “raro” Gray, viene siempre no solo en años electorales buscando el voto y dialoga con todos (aún con los que sabe que no lo votan). Algo que debería ser “normal”, pero es absolutamente extraordinario en nuestra Argentina 2022.
El martes rendimos homenaje a tres canillitas que fallecieron este año: Francisco “Pancho” Eyherabide, Roberto Amarfil y Daniel González. Pancho partió a los 88 y fue uno de los pioneros en la región, desde 1982; Roberto había trabajado como colectivero de la 501 durante 35 años hasta que en 2014 empezó a atender el puesto de Liniers y Rosas en Luis Guillón; Daniel González, el “cabezón”, fue un abanderado del oficio en Canning. Y también disfrutamos de magia y tango, y de una pausa para ponerse al día y compartir actualidad. Los canillitas están ante el gran desafío de reconvertirse ante la menor circulación de diarios y revistas impresas en papel. Su rol y su historia los hacen vitales y necesarios en cada barrio. Tal vez el futuro venga por el lado de e-commerce, la cobranza electrónica o como puntos de entrega de paquetería. Para ello hace falta inversión y capacitación y durante el encuentro se habló sobre la posibilidad que sea el estado municipal quien se haga cargo de la misma. Una posibilidad alentadora.
Hubieron muchas fotos muy emotivas, pero elijo compartir la de “todos juntos”. Muestra la camaradería de la familia canillita, esa que resiste y es un símbolo incomparable del compromiso y la cultura del trabajo.
El martes fue un día de fiesta que terminó de la peor manera.
Muchos saben que hace más de 25 años juego al fútbol en El Sosiego. El paso de los años depositó a un grupo de jóvenes entusiastas de los 90 y 2000 en la categoría senior. El paso de los años hizo que muchos de nosotros “compartiéramos” casamientos y divorcios, y nacimientos (de hijos y nietos); y viajes y crecimientos profesionales; y también algunos fracasos. El paso del tiempos nos encontró en entrenamientos y asados, y partidos “chivos” y finales. Como la del martes a la noche en Cissab de Tristán Suárez. El rival era Barkojba. El premio para el que ganara era la Copa de Oro de FACCMA. Pero perdimos todos. Ariel Grun se desvaneció cuando empezaba el segundo tiempo y su corazón dijo basta a los 56. Podría contarte mil momentos compartidos con Ariel; del dolor de su mujer y sus tres hijas; de cómo llegó ser el empresario exitoso que era; y de todas las señales, mensajes y enseñanzas (para no repetir) que dejó su muerte el martes a la noche. Pero voy a dejar acá. Sé que me entendés.
Buena semana.
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