La semana pasada, El Diario Sur dio a conocer una serie de denuncias que la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) realizó contra el centro de rehabilitación Casa del Sur, que tiene tres sedes en Monte Grande, en las que atienden a decenas de jóvenes y menores de edad con problemas de adicción. Ahora, las acusaciones fueron desmentidas por las autoridades de la institución.
Directivos de "Casa del Sur" hablaron tras las denuncias
El centro de rehabilitación de adictos tiene tres sedes en Monte Grande. Fueron acusados por un organismo de serias irregularidades.
Las denuncias fueron realizadas por la CPM a partir de inspecciones en Monte Grande. El organismo advirtió que en "Casa del Sur" hubo maltratos y agravios contra los pacientes: "Como resultado de las investigaciones e inspecciones realizadas, podemos notar que en el lugar rige un régimen extremadamente autoritario, con una constante de “premios y castigos” e imposición de dolor y miedo para mantener el control del lugar", resumieron.
“Muchos de los pacientes que tenemos tienen un problema grave de convivencia; en algunos casos nunca habían comido en una mesa de familia hasta llegar a “Casa del Sur”. Eso lo convierte en un paciente complicado porque viene de una vida complicada. Hay muchos pacientes que no quieren estar en “Casa del Sur” también, porque no es algo voluntario”, explicó Marcelo Plotnik a El Diario Sur, uno de los cuatro directores, en referencia a los pacientes que la Justicia deriva del Sistema Penitenciario a este tipo de instituciones para que continúen en rehabilitación su privación de la libertad.
Además, el directivo desmintió el caso del menor que denuncia haber sido golpeado en el mes de abril por uno de los empleados de Casa del Sur: “Él hizo una situación de violencia, llama a la madre y dice que en realidad él sufre violencia de parte de un empleado. La madre eleva la denuncia y pide la cárcel domiciliaria para el chico. Esta es una de un millón de situaciones”. Finalmente, el menor fue derivado en agosto a otro centro de detención juvenil de La Plata.
Desde la CPM advirtieron también que a este chico se le habría puesto como castigo una "reflexión" que implicaba pasar durante días varias horas sin poder hablar con otras personas: “Es imposible. Eso pasó históricamente, pero ni en esos horarios ni esa cantidad de días, eso es imposible. Cuando un paciente agredía a otro se lo hacía reflexionar, y nos pidieron que no se haga más. Hoy por hoy lo hacemos escribir en un lápiz y un papel la reflexión”, respondió Plotnik.
También, Plotnik criticó a la CPM: “Tienen como trabajo tomar los testimonios una vez y no otra vez 40 o 60 días después. Y hablan con otros pacientes, pero no con todos, sino con los que tienen “algo para denunciar”. Nosotros tenemos un target de pacientes dentro del grupo que son problemáticos”. E insistió: “No digo que mienten, pero dicen cosas que no suceden porque quieren irse del lugar”.