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Cumplió 100 años en un geriátrico de Monte Grande y la sorprendieron con el festejo

Se llama María Elena Pereyra, pero le dicen "Maena". Vivía en Lanús, y ahora se encuentra en un geriátrico de Monte Grande. Toda su familia fue a visitarla hoy.

María Elena Pereyra, a quien sus amigos y familiares le dicen "Maena", nació el 19 de octubre de 1922. Hoy, 100 años más tarde, festeja su centenario en el geriátrico "El Sosiego", ubicado en la Avenida Pedro Dreyer 143 (Monte Grande), donde muchas personas que la quieren se hicieron presentes para saludarla, acompañarla y cantarle el feliz cumpleaños.

Maena cumple 100 años y le organizaron una fiesta

"Siento un amor grandísimo, sin fin", expresó Maena a El Diario Sur durante la fiesta. En su asombro por la decoración que sus familiares hicieron para la fiesta, llena de flores de papel y globos, remarcó que se sentía conmovida: "Sé que hicieron mucho sacrificio para que quede todo tan lindo".

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Maena y su hermano Roberto, en el geriátrico de Monte Grande.

Maena y su hermano Roberto, en el geriátrico de Monte Grande.

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Al ser consultada sobre su vida, Maena sostuvo que siempre fue feliz: "Mi familia siempre estuvo reunida, Dios no me desamparó nunca y tuve un marido muy bueno". Sus familiares, por su parte, la llenaron de abrazos, elogios y regalos en este día tan especial. Incluso su hermano Roberto, el menor de los 16 que eran, le entregó una carta que escribió para ella, donde le expresó sus mejores deseos. También sus hijos, Walter Rizzi, de 64 años, y Roberto Rizzi, de 76, estuvieron presentes acompañándola y organizando la celebración.

Según contó, Maena siempre vivió en Lanús, pero desde hace cuatro meses se encuentra en el geriátrico de Monte Grande. "Me llevo bien con todos, son muy amables y buenos. Tengo amigas, una se llama Bety y la otra Isabel, pero hay más compañeras", explicó sobre el vínculo con los otros residentes del lugar. Además, contó que durante el día suelen dormir, jugar a las cartas y conversar. "De cualquier pavada hacemos un drama", comentó Maena entre risas.

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Maena junto a sus dos hijos.

Maena junto a sus dos hijos.

"A los jóvenes les digo que hagan caso a sus padres y que Dios los ayude en el camino, no se olviden de ir a la Iglesia", aconsejó Maena y agregó que ella siempre tuvo fe, ya que sus padres se la inculcaron desde que era pequeña.

Por su parte, Roberto, su hermano menor, expresó que siente "mucha emoción" cuando ve a Maena. "Estoy encantado, es la única hermana que me queda", remarcó.

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