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Habló el dueño del auto destrozado en Monte Grande: "Le había hecho motor hacía diez días"

Marcelo vive en Ezeiza y ahora va a tener que tomar dos colectivos para llegar a su trabajo en Monte Grande. Su historia.

“Me cortaron las piernas”. Con esa frase definió su sensación el dueño del auto que fue destrozado en un espectacular choque ocurrido este domingo en Monte Grande. Marcelo Mazzello tiene 58 años y es vecino de Ezeiza. Trabaja como carnicero en el supermercado “Bambi”. Había dejado su auto estacionado enfrente al comercio este domingo cuando entró a trabajar a las 7.30. Apenas media hora después, el vehículo ya era “un revoltijo de fierros”.

“Es un auto que lo queremos en la familia. Se lo presto a mis hijas cuando se van de vacaciones, anduvo por todos lados y nunca le pasó nada. Y ahí quedó, destruido”, dice ante El Diario Sur Marcelo en la puerta de su casa, mirando el Suzuki Fun modelo 2005 al que, de milagro, no se le reventó el equipo de gas cuando lo chocó un conductor de 20 años a bordo de una Jeep Renegade. También quedó intacto el rosario que tenía colgado del espejo retrovisor.

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“Me da pena porque es algo de la familia, pero bueno, es fierro. La familia está bien y eso es lo bueno”, remarca.

Ahora, mientras hace los trámites para cobrar con su póliza de seguro contra terceros, va a tener que ir a trabajar haciendo una combinación de dos colectivos. 20 minutos de viaje en auto contra una hora y media en transporte público. Y no es el único perjudicado, porque cada día lleva a uno o dos compañeros de trabajo que viven en Ezeiza.

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El auto afectado por el choque en Monte Grande.

El auto afectado por el choque en Monte Grande.

“Mi compañero que el domingo fue conmigo, cuando vio el auto así hecho percha, pensó: ‘Si era media hora antes pasaba con nosotros adentro’. La verdad que te da piel de gallina, pero zafamos”, relata Marcelo, que ahora tiene en la vereda de su casa, en la calle Ecuador, a lo que quedó de su Suzuki Fun.

Otro motivo extra para la sensación de Marcelo es que había tenido el auto “parado” durante ocho meses, hasta que pudo juntar la plata para “hacerle motor completo”. “Lo hice nuevo y en menos de dos semanas lo destrozaron”, se lamenta.

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En cuanto al momento del accidente, el carnicero dice que se lo pudo tomar con tranquilidad. “No podés reaccionar, es al pedo. Para mí ya pasó, ya está. Lo bueno es que no hubo heridos, no hubo muertos”, sostiene. Y respecto al joven conductor de la Jeep, que lo embistió a alta velocidad, añade: “Se quedó en un rinconcito parado, dio los datos. No le hicieron control de alcoholemia. A la Policía le dijo que se quedó dormido y nada más. Yo le pedí los datos y listo. No tuvimos más contacto. Parecía bien el pibe”.

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