“Buscando una convivencia mejor, para los niños del Tercer Milenio”, así se titula la obra que publicó en 1997 Alberto Hugo Schefini, quien actualmente tiene 81 años y vive desde hace 40 en 9 de Abril, Esteban Echeverría. Para sorpresa de su autor, su libro logró una enorme difusión en Argentina y en otros países, y, si bien ya no se edita, hoy en día los docentes siguen utilizándolo como referencia para abordar diferentes temáticas.
Alberto Schefini, el maestro de Esteban Echeverría que escribió un libro clásico para chicos
El vecino de 9 de Abril, Esteban Echeverría, de 81 años publicó en 1997 "Buscando una convivencia mejor", que trata temas de ética para niños de primaria.
18 de febrero de 2024 - 11:30
En diálogo con El Diario Sur, Alberto contó: “La idea en aquel entonces fue hacer un libro sobre valores éticos, sobre cómo mejorar la convivencia con mucho idealismo, por lo menos en el tercer milenio, donde el egoísmo es tremendo”.
El vecino estudió en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 “Mariano Acosta” y, además de docente, también fue vicedirector, director, supervisor e inspector en escuelas de Capital, ya que hizo toda su carrera allá.
Paz, solidaridad, igualdad, justicia, sabiduría, amistad y verdad son algunos de los temas centrales del libro de Alberto. “Demandó cierto esfuerzo tratar temas tan subjetivos e intentar que los chicos puedan comprenderlos, pero sin infantilizar mucho las cosas, respetándolos”, explicó.
Cabe destacar que Alberto escribía artículos sobre estas cuestiones en la revista “Cosmic”, y fue a partir de esto que se decidió reunirlos en un libro. La obra del vecino de 9 de Abril se difundió en países como Uruguay, Paraguay, Colombia, Chile y Bolivia: “Es lindo porque ves que quedó plasmado algo, aún con las cosas que se están viviendo. Siempre hay que tener la esperanza de que las semillas caigan en tierra fértil”.
“A mi siempre me gustó estar en todo momento con los pibes. En los recreos, en vez de charlar con los maestros, me ponía a jugar con ellos”, destacó Alberto. Y agregó: “Cuando empecé a dar clases yo era muy joven. Así que en estos momentos hay abuelos que tal vez tienen tan solo 10 años menos que yo y fueron educados por mí”.
Ya jubilado, el vecino decidió hacer un taller de literatura en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y allí se llevó una sorpresa: “Una mujer vio que era docente y me dijo que ella también trabajaba en una escuela. Charlando, me mostró el material que estaba usando con los chicos: eran fotocopias de mi libro. Fue muy lindo. Me pasan muchas cosas de ese tipo, tal vez es porque meto la nariz en muchos lugares”.
Los detalles del libro
El libro de Alberto Hugo Schefini cuenta con 12 capítulos y cada uno tiene una temática diferente, entre las que se encuentran la paz, la solidaridad, la igualdad, la justicia, la sabiduría, la amistad, la verdad, la felicidad, el diálogo y la responsabilidad.
Además, cada uno de los capítulos va acompañado de un cuento escrito por Alfredo Parra o Silvia Schujer, dependiendo de la temática que trate. En total, la obra contiene 208 páginas.
“Por ejemplo, en el capítulo de la igualdad explico que si los africanos tienen determinados rasgos es porque surge por una necesidad del medio. Si tenés calor, abrís bien grandes las ventanas, ellos tienen que tener fosas nasales amplias”, destacó Alberto sobre el contenido de uno de los capítulos. “Los esquimales tienen ojitos chiquitos porque los reflejos de la luz sobre la nieve lastiman a la vista”, agregó el escritor mientras señalaba un dibujo de un africano y un esquimal dándose la mano.
Una mirada sobre la actualidad de la educación
“Con la educación hay que trabajar mucho”, aseguró Alberto Schefini, vecino de 9 de Abril y autor de “Buscando una convivencia mejor, para los niños del Tercer Milenio”.
Sobre la pandemia, opinó: “Fue muy destructiva. Mi hija es maestra y está luchando con chicos que llegaron a tercero y por ahí ni saben escribir. Porque, además, no todos tienen los medios para tener su computadora”.
El vecino se jubiló a los 65 años. Sobre su último tiempo como docente, contó que “sufría más de la cuenta”. “Te dicen que hay que mantener distancia con los problemas de los chicos, y qué se yo. Pero es difícil”, sostuvo Alberto. Y concluyó: “A cierta edad ya te volvés más sensible y por cualquier cosa se te llena el ojo de lágrimas. Entonces dije, ‘Alberto, chau’”.
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